Julieta Castellanos manifiesta que, en la medida que el Gobierno niegue los problemas, no los corregirá

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Tegucigalpa.- Ante la crisis generalizada que se vive en el país por problemas en los diferentes sectores sociales y económicos la población vive con desesperanza y el Gobierno niega los problemas, planteó la socióloga Julieta Castellanos.

Honduras es un país en el que se sufre mucho por la violencia, y ha despuntado la muerte de mujeres, resaltó la exrectora.

Muerte de privadas de libertad es una tragedia debe revisarse el plan de seguridad, sugirió.

El gobierno toma los informes o análisis como un ataque y hay agresión verbal y descalificación.

“El gobierno niega todos los problemas y en la medida que lo niega entonces lo que sucede es que no se corrigen las acciones, porque están diciendo que todo está bien”, señaló.

Subrayó que hay temas muy sensibles que aquejan a la población como los servicios de salud pública que agobian a la gente todos los días por el déficit de medicamentos e insumos o las constantes tomas en los hospitales, aunque el gobierno lo minimice; asimismo, hay mucha demanda en educación e infraestructura a lo que se suma la crisis de energía eléctrica y el alto costo de la canasta básica.

No obstante, parece que quienes gobiernan no desean atender recomendaciones y cuando alguien particular u organismos hacen análisis, ellos lo ven como ataque al gobierno y no lo ven como el análisis objetivo de los hechos, y eso no ayuda a las autoridades puedan hacer evaluaciones y revisiones de lo que es la implementación de su plan de gobierno.

La exrectora de la Universidad Nacional Autónoma (UNAH), apuntó en entrevista con Proceso Digital que tanto el gobierno como los partidos políticos deberían de tener analistas objetivos y profesionales que les den informes fehacientes, informes verídicos y que sobre eso ellos se evalúen.

Primeramente, la socióloga, calificó la muerte de mujeres en la Penitenciaría Nacional Femenina de Adaptación Social (PNFAS), como una tragedia, al tiempo que consideró que el Gobierno debe evaluar resultados en el tema de seguridad.

Uno siente que realmente ha habido muchos hechos que se han ido sumando y en cuanto a la intervención, el gobierno tendría que evaluar el resultado que ha tenido, lo que la gente percibe es que no es el resultado que se esperaba, prosiguió.

A continuación, expresó que un elemento que “ha despuntado de una manera muy trágica es la muerte de mujeres”, mismas que se pueden contabilizar a diario.

Remarcó que la verdad el tema de la inseguridad es muy doloroso, “cuando uno comprende ya lo que la familia empieza a vivir es un país donde se sufre mucho y creo que el tema de inseguridad es un problema muy complejo”, pero ya el gobierno tendría que revisar el enfoque.

 Descalificación y escalada de intolerancia

 La profesional remarcó que se ve una conducta de reacción del gobierno cuando hay informes que es de violencia verbal de ataque y descalificación y no se refieren a los datos, sino que más bien lo que hacen es atacar a personas que con su conocimiento y con su formación ponen o exponen los problemas del país con objetividad y con buena intención.

En este punto se refirió a la salida del país de la directora ejecutiva del Consejo Nacional Anticorrupción (CNA), Gabriela Castellanos, y apuntó que esto obviamente viene a ser una escalada en el tema de la intolerancia que pueden tener diferentes sectores, y aunque las amenazas a ella quizá ya se habían dado tuvieron una escalada; por lo que se espera realmente que el país no retroceda lo que se había avanzado en fortalecimiento de la democracia.

La exrectora, reflexionó que para nadie es desconocido que Honduras viene de 12 años de un gobierno del Partido Nacional que fue ampliamente criticado y cerró con denuncias fuertes de corrupción y por señalamientos y acusaciones y extradiciones de miembros de este partido acusados de crimen organizado y narcotráfico; problemas por la pandemia de COVID-19 y deterioro también por los huracanes Eta y Iota.

Sin embargo, la población cifró muchas esperanzas en el nuevo gobierno a quien favoreció con su confianza en las urnas, porque confió en un cambio, pero luego de unos seis meses esas expectativas empezaron lentamente a debilitarse a desdibujarse y actualmente hay desencanto de la población y se percibe desesperanza.

Finalmente, Castellanos expresó que uno obviamente desea que el país mejore, pero eso va a depender del rumbo que el gobierno le dé, pero también se debe tener en cuenta que la población es más inteligente de lo que los gobiernos la valoran tiene más sentido común lo que se reflejó en las últimas elecciones y seguramente se reflejará en las elecciones de 2025. 

Fuente: Proceso Digital