Tegucigalpa – La Iglesia Católica de Honduras hizo un llamado firme a la conversión espiritual, exhortando a los fieles a dejar atrás la vida de pecado y abrazar los pilares tradicionales de la penitencia: el ayuno, la oración y la limosna.
Durante la eucaristía dominical celebrada en la Catedral Metropolitana San Miguel Arcángel, el arzobispo de Tegucigalpa y presidente de la Conferencia Episcopal de Honduras (CEH), monseñor José Vicente Nácher, enfatizó que estos medios penitenciales no son un castigo, sino una oportunidad para el crecimiento espiritual y la renovación del alma.
“Estamos llamados a dejar la vida de pecado y volver nuestro corazón al Señor. El mensaje del Evangelio no es uno de condena, sino de interpelación y esperanza”, reflexionó el arzobispo en su homilía de Cuaresma.
El jerarca eclesiástico también recordó que el 2025 ha sido proclamado por el papa Francisco como un Año Jubilar, una ocasión especial que se celebra cada 25 años en la Iglesia Católica y que ofrece indulgencias y gracias espirituales a quienes participen de manera activa en los ritos y peregrinaciones establecidos.
El tema central del Jubileo 2025 es “Peregrinos de esperanza”, y se espera que sea un tiempo de reflexión, renovación y reconciliación tanto para creyentes como para el mundo entero.
“Vivimos un tiempo especial. La gracia de un año santo nos impulsa a buscar la conversión, no por miedo, sino por amor y esperanza. Que esta Cuaresma nos prepare para vivir con fe el Jubileo que se avecina”, concluyó monseñor Nácher.
Durante el Año Jubilar, se prevé la realización de eventos especiales en el Vaticano y en las distintas diócesis del mundo, incluido Honduras.
