Tegucigalpa, 31 dic (EFE).- El Gobierno de Honduras condenó este martes los ataques a la Embajada de Estados Unidos en Bagdad, donde cientos de manifestantes rodeaban la legación diplomática en protesta por el ataque norteamericano del domingo contra las milicias chiíes Multitud Popular.
En un comunicado, la Secretaría de Estado en los Despachos de Relaciones Exteriores y Cooperación Internacional, en nombre del pueblo y Gobierno de Honduras, expresó «su total condena por los recientes ataques a la Embajada de Estados Unidos de América y sus fuerzas presentes en Irak».
Los hechos fueron «perpetrados por el movimiento Kataeb Hezbolá poniendo en peligro la integridad de ciudadanos de los Estados Unidos de América y la paz en la región», subraya el comunicado.
Además, Honduras expresó su «apoyo a las acciones emprendidas por los Estados Unidos de América contra instalaciones del movimiento Kataeb Hezbolá en Siria e Irak, luego de que efectivos de éste agredieran bases de la Operación Resolución Inherentes (OIR, por sus siglas en inglés) en la región, como muestra de su lucha en la erradicación del terrorismo a través de actos de legítima defensa», subraya la información oficial.
Los manifestantes en Bagdad consiguieron penetrar en la oficina de información de la Embajada estadounidense y la quemaron por completo, además de incendiar los muros exteriores del edificio y varias torres de seguridad.
Además, han arrojado piedras y materiales incendiarios para provocar nuevos incendios en el interior del complejo, protegido por los guardias de seguridad estadounidenses, según constató un fotógrafo de Efe\Epa.
Los guardias se han enfrentado a los manifestantes y han empleado métodos antidisturbios, según el fotógrafo, y al menos 20 de los asaltantes resultaron heridos por los gases lacrimógenos y disparos de bala, según dijo la Multitud Popular en su cuenta de Twitter sin ofrecer más detalles.
Mientras, las fuerzas de seguridad iraquíes se han dirigido a la sede diplomática varias horas después de que fuera asaltada, pero de momento no han intervenido debido al gran número de manifestantes comparado con el número de efectivos.
La agencia estatal de noticias INA informó desde Bagdad de que el primer ministro dimisionario y comandante de las Fuerzas Armadas de Irak, Adel Abdelmahdi, pidió a los manifestantes que se retiraran «inmediatamente» de la zona.
