Funcionaria hondureña se queja por limitaciones para pruebas de COVID-19

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Un hombre con traje de bioseguridad camina por una habitación al interior de un centro de triaje y estabilización para sospechoso de COVID-19 hoy, en el municipio de Valle de Ángeles (Honduras). EFE

Tegucigalpa, 14 ago (EFE).- La jefa de Vigilancia Epidemiológica de la Secretaría de Salud de Honduras, Karla Pavón, se quejó este viernes por la falta de kits de extracción para hacer más pruebas de laboratorio PCR, las que han caído a menos de 1.000 diarias, en momentos en que sigue en alza el pico de la pandemia de COVID-19.

Además de la falta de kits, Pavón dijo a periodistas que dos máquinas del Laboratorio Nacional de Virología en Tegucigalpa están malas, lo que ha hecho que las pruebas en la capital hayan descendido sustancialmente.

Entre otros problemas, la funcionaria señaló que con frecuencia se producen cortes de energía eléctrica en la zona donde funciona el Laboratorio Nacional de Virología, de los que el país solamente dispone de dos. El segundo está en San Pedro Sula, en el norte del país, principal epicentro de la pandemia de la mortal enfermedad.

«Uno de los equipos del laboratorio necesita los kits, lo que pido es que me los traigan para poder hacer más pruebas», recalcó en tono de disgusto la profesional hondureña.

Añadió que el Laboratorio Nacional de Virología «ha venido trabajando al 100 por ciento, pero que ahora «no puede hacerlo porque no tiene equipo».

Según fuentes médicas que están al frente de la pandemia en los principales hospitales públicos de Honduras, el país necesita al menos 3.000 pruebas PCR diarias para tener mayor idea sobre la expansión de la pandemia.

Los dos laboratorios hondureños, con ayuda de algunos privados, hace más de un mes llegaron a procesar más de 2.000 pruebas diarias, pero fueron esporádicas. Después de eso se quedaron en un poco más del millar y, en las últimas dos semanas, han oscilado entre 800 y 900.

Al parecer los laboratorios privados ya no están haciendo suficientes pruebas, según la ministra de Salud, Alba Consuelo Flores, quien la semana pasada dijo que aportaban unas 60 al día.

Pavón pidió a las autoridades sanitarias que nombren un gerente administrativo en el Laboratorio Nacional de Virología, para que haya un mejor control, porque ella no puede estar haciendo muchas cosas a la vez, ya que se está trabajando los siete días de la semana, día y noche, con muchas limitaciones.

«Dejamos lo administrativo por estar en el análisis, estoy cansada, necesito que me ayuden», enfatizó.

SEÑALAMIENTOS A LOS POLÍTICOS

La funcionaria no ocultó que, en política, su partido es el Nacional, en el poder desde 2010, pero recalcó que no es por eso que llegó al cargo y rechazó las críticas que le hacen políticos a su trabajo en el Laboratorio Nacional de Virología.

Añadió que entre los que la critican figuran algunos diputados de la oposición «que no han hecho nada por la salud» y ganan un salario tres veces más alto que el suyo, que ronda los 30.000 lempiras (unos 1.200 dólares).

Pavón expresó que «es fácil criticar» cuando se desconoce en qué condiciones se trabaja en el Laboratorio Nacional de Virología, y recriminó a los diputados, que a lo largo de la historia del país, no se preocuparon por una buena educación para los hondureños.

También cuestionó a todos los gobernantes, desde que el país retornó a la democracia en 1982, con el de Roberto Suazo Córdoba, porque «ninguno construyó un hospital grande, como el Hospital Escuela», en Tegucigalpa, el más importante del país.

Además, «ninguno de los presidentes construyó un laboratorio», por lo que Pavón considera que los políticos, en general, «no tienen autoridad moral para hablar sobre la salud».

De los que solamente critican, señaló que «no tienen nada que hacer», mientras ella y todo el personal sanitario se juegan la vida a diario.

Ahora en plena pandemia de la COVID-19, según expresó Pavón, los diputados quieren educar a la población en quince días sobre cómo usar mascarillas para que no se contagien con el virus

Desde marzo, cuando se comenzó a expandir, la pandemia ha dejado en Honduras más de 1.500 muertos, mientras que los contagios se acercan a los 50.000.

Entre los fallecidos figuran al menos 37 galenos, según fuentes del Colegio Médico Hondureño, a los que se suma otro personal de enfermería y otras áreas afines, lo mismo que personal de seguridad como policías y bomberos, entre otros que han estado al frente de la pandemia.