Tegucigalpa.- En un movimiento inesperado, Elon Musk, el multimillonario fundador de SpaceX y Tesla, ha prometido donar 1 millón de dólares al día a votantes registrados que apoyen la campaña de reelección de Donald Trump. A través de su comité de acción política, America PAC, Musk ha puesto en marcha esta iniciativa en la recta final de las elecciones presidenciales de Estados Unidos, lo que ha causado revuelo y especulación en torno a sus verdaderas motivaciones.
El pequeño pueblo de Folsom, en Pensilvania, fue testigo del arranque de esta campaña cuando Musk hizo una aparición sorpresa en una escuela local. El evento atrajo a cientos de residentes, quienes se mostraron intrigados por la oferta del magnate. Zander Mundy, un joven de 21 años que hasta el momento no había planeado votar, fue uno de los que se dejó llevar por la emoción del momento. “Que el hombre más rico del mundo ofrezca tanto dinero para influir en los votantes es impactante. Esto debe ser por una razón muy importante”, comentó Mundy a la BBC.
El America PAC, respaldado por Musk, ha desembolsado más de 119 millones de dólares en esta campaña, repartiendo premios diarios de 1 millón de dólares entre los votantes registrados que firmen una petición a favor de Trump. Esta táctica, además de generar gran interés, está dirigida a los votantes de los estados clave donde el republicano busca fortalecer su base.
La participación activa de Musk en la política ha despertado cuestionamientos. Tradicionalmente, la élite empresarial prefiere operar detrás de bambalinas, pero el enfoque público y directo del magnate ha cambiado esa dinámica. Musk, conocido por su desdén hacia las regulaciones que, según él, frenan la innovación, ha expresado abiertamente su apoyo a Trump, lo que algunos consideran un movimiento para proteger sus intereses empresariales.
Con la promesa de continuar repartiendo millones hasta el día de las elecciones, Musk ha demostrado que su apoyo a Trump va más allá de las palabras, comprometiendo no solo su reputación, sino también su fortuna. Sin embargo, la estrategia ha generado controversia, ya que los críticos argumentan que podría violar las normas éticas y legales de las campañas electorales.