Tegucigalpa.- En un movimiento estratégico destinado a salvaguardar la soberanía y el control del pueblo hondureño sobre el proyecto del Ferrocarril Interoceánico, el Estado ha reservado el 51% de las acciones para el sector público, según lo dio a conocer el titular de la Secretaría de Finanzas, Marlon Ochoa, tiene como objetivo principal garantizar que Honduras mantenga el control y la dirección del proyecto, evitando así la pérdida de soberanía ante intereses privados nacionales e internacionales.
El proyecto del Ferrocarril Interoceánico cobra una importancia estratégica aún mayor en el contexto actual, marcado por una crisis sin precedentes en el Canal de Panamá desde el año 2020. Esta situación ha abierto oportunidades para que países como Honduras desarrollen sus propios proyectos de conexión entre el océano Atlántico y el Pacífico.
El ministro de Finanzas destacó que el puerto de Amapala, con su calado excepcionalmente profundo de 28 metros, ofrece una ventaja única para el desarrollo del Ferrocarril Interoceánico. Además, señaló que este proyecto, en su fase de pre inversión, ha aprendido de los errores del pasado y se encuentra bien encaminado hacia su realización.
El titular de la Secretaría de Infraestructura y Transporte, Octavio Pineda, subrayó la magnitud de la mega obra, valorada en más de $15 mil millones, lo que representa un hito crucial para la infraestructura del país. Esta obra no solo incluye la construcción del ferrocarril en sí, sino también la modernización y repotenciación de puertos estratégicos como Puerto Castilla, San Lorenzo y Cortés.
El proyecto también contempla la creación de nuevos puertos secos en el sur y norte del país, lo que impulsará el desarrollo económico en diferentes regiones de Honduras. Pineda enfatizó la importancia de establecer un marco jurídico claro desde el inicio para asegurar el éxito y la sostenibilidad del proyecto, independientemente de los cambios políticos en el gobierno.
En resumen, el Ferrocarril Interoceánico no solo representa una oportunidad para fortalecer la infraestructura y la economía de Honduras, sino que también se erige como un símbolo de la determinación del país para mantener su soberanía y control sobre proyectos estratégicos de gran envergadura.