Tegucigalpa.- La extorsión está haciendo estragos en el país y ningún sector se escapa, y hasta los pocos centros de deportes y recreación están siendo afectados como el caso del estadio Emilio J. Larach, en la colonia Kennedy, que debido a este delito se ha visto obligado a cerrar.
El famoso celular que dejan los extorsionadores llegó a la administración de la instalación deportiva para exigirles el pago y por temor se procedió a cerrar las puertas del campo que ya lleva varios días sin ser utilizadas por las ligas y personas que a diario hacen sus ejercicios.
No obstante, los administradores del estadio no han brindado mayores detalles por temor pues han sido amenazados y temen por su integridad y la de sus familiares.
Según el detalle de medios deportivos en el estadio Emilio Larach, entrenan diferentes ligas de fútbol burocráticas entre las que se mencionan: veteranos, papi fútbol, ligas menores, torneos gubernamentales, Liga de Ascenso.
Además, con el cierre también se ven afectadas varias escuelas de la zona ya que usan la instalación para sus clases de educación física.
Algunos reportes de medios dan cuenta que en otros campos deportivos de la ciudad sus ligas ya pagan a las maras y pandillas para poder desarrollar sus campeonatos.
Información de Proceso Digital
