El cardenal aboga por una buena CSJ y apoyo a los inmigrantes

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Tegucigalpa.- El cardenal hondureño Óscar Andrés Rodríguez abogó este viernes porque los diputados de su país sepan elegir a los quince nuevos magistrados del Supremo para que Honduras tenga una buena justicia, y por los inmigrantes que cruzan por la nación centroamericana en ruta hacia Estados Unidos.

«Estamos en una etapa muy importante y por eso pedimos también hoy por todos los estamentos políticos, especialmente a nuestros legisladores. El paso que están a punto de dar es decisivo para el futuro de nuestra patria», enfatizó Rodríguez durante la misa conmemorativa al día de la Virgen de Suyapa, patrona de Honduras.

El religioso le pidió a los legisladores que «decidan lo mejor para que busquen que este país siga adelante», y recalcó que «de nada sirven buenos propósitos si no tenemos buena justicia».

Por falta de consenso, derivado por el interés de las tres fuerzas mayoritarias en el Parlamento, de tener la mayor representación posible en la Corte Suprema de Justicia, la elección de los quince nuevos magistrados no fue posible el 25 de enero, aunque tienen tiempo para hacerlo hasta el próximo día 11.

«Un buen devoto de la virgen de Suyapa no puede ser un mal político, ni puede ser tampoco uno que busque frutos y mañas para seguir dañando», señaló Rodríguez.

Por intereses de los políticos y otros grupos de poder, el Supremo hasta ahora ha sido controlado por los centenarios y conservadores partidos Nacional, ahora primera fuerza de oposición, y Liberal, segunda.

Ese bipartidismo en el Supremo estaría desapareciendo con la nueva elección, en la que el ahora partido en el poder, el Libertad y Refundación (Libre), cuyo coordinador general es el expresidente Manuel Zelaya, esposo de la presidenta hondureña, Xiomara Castro, pretende tener de siete a ocho magistrados.

Los diputados tienen hasta el 11 de febrero para elegir a los magistrados, un tema que es seguido por la sociedad hondureña y la comunidad internacional, que exigen transparencia para que el país pueda tener un verdadero y creíble sistema de justicia.

A la misa asistieron la presidenta Castro, varios de sus ministros, el titular del Parlamento, Luis Redondo, y representantes del cuerpo diplomático, entre otros, además de creyentes de varias regiones del país.

HOSPITALIDAD A LOS INMIGRANTES

El cardenal también pidió a sus compatriotas que practiquen la «hospitalidad» frente al problema de los inmigrantes que a diario cruzan por su país, o pernoctan en su odisea por llegar a Estados Unidos.

«Duele cuántos de nuestros hermanos tienen que migrar por distintas causas, pero duele más que un país como el nuestro, que pide que sean respetados los migrantes nuestros, no respetemos a los que vienen de otro país y que son abusados, muchas veces por la autoridad», subrayó.

«Debemos apoyar en la medida de lo posible a los migrantes y ayudarlos, porque también los hondureños son migrantes», añadió.

El paso de inmigrantes suramericanos, caribeños, africanos y asiáticos se ha disparado en los últimos dos años, aunque la  mayoría son cubanos y venezolanos.

También sigue en aumento la cantidad de hondureños que a diario se van de su país, entre 500 y 600 diarios, según organismos humanitarios, por la falta de empleo, o de un salario digno para salir de la pobreza extrema en que viven.

El cardenal Rodríguez, además, pidió a los miles de hondureños que asistieron a la basílica menor que apoyen a la presidenta del país y su Gobierno.

«Tenemos que vivir la alegría de la esperanza, hay metas que alcanzar y hay posibilidades de alcanzarlas. Sigamos adelante y apoyemos a nuestra señora presidente y a su Gobierno para que sigamos adelante. Todo reino dividido perecerá si estamos unidos, podemos alcanzar las metas», apostilló. EFE