Dexametasona escasea en Nicaragua tras conocerse efectos ante COVID-19

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Vista de varias pastillas de dexametasona en una farmacia de Managua (Nicaragua). EFE/Jorge Torres

Managua- El fármaco dexametasona empezó a escasear en Nicaragua, luego de alcanzar fama como la primera droga que ha mostrado capacidad de reducir la mortalidad de personas con COVID-19, a pesar de que sus efectos únicamente son perceptibles en pacientes que necesitan oxígeno o ventilación asistida.

La dexametasona, un corticoide utilizado en padecimientos relacionados con los pulmones, no solamente escasea ya en los estantes y bodegas de algunas de las farmacias más grandes de Nicaragua, y sobre todo en las pequeñas, sino que además estas no estarán disponibles en el resto de junio, según constató Efe.

La escasez de medicamentos relacionados con la pandemia de COVID-19, incluyendo aquellos cuyos efectos nunca fueron demostrados, como la hidroxicloroquina, ya se observaba en Nicaragua desde mayo pasado.

Para el médico cirujano Freddy Espinoza, máster en salud pública, el peligro de la escasez de medicamentos es la automedicación, dados los efectos secundarios en la salud, y el impacto en la economía familiar en el segundo país más pobre de América.

«Esto podría tener efectos perversos, por un lado, elevar los costos, y dos, podría no encontrarse cuando se necesita, por ejemplo, para mujeres embarazadas con riesgo de partos prematuros, para dar maduración pulmonar (al bebé)», explicó Espinoza a Efe.

El médico señaló como un peligro que, al ser de acceso relativamente fácil, «mucha gente podría creer que se trata de un profiláctico (preventivo), pero el estudio (de la Universidad de Oxford) dice que impactó con una baja en la tasa de mortalidad en un grupo de pacientes que tenían un diagnóstico y estaban en un ambiente hospitalario».

En días recientes el gremio médico nicaragüense advirtió que las personas que llegan con síntomas de COVID-19 a los hospitales lo hacen de forma cada vez más tardía y grave, debido, en parte, a la automedicación.

Espinoza recomendó a los nicaragüenses «evitar al máximo la automedicación, porque el paciente y la familia se van a ver afectados por comprar una gran cantidad de fármacos caros, y no va a mejorar su condición, entonces no van a lograr el efecto esperado, y podría tener efectos adversos».

El Gobierno de Nicaragua registra 1.823 personas infectadas con la pandemia, y 64 muertos. Por su parte, el independiente observatorio Ciudadano COVID-19 cuenta 4.971 casos y 1.289 fallecidos. EFE