Condenan a 96 años de cárcel a autor material de asesinato del hijo del expresidente Pepe Lobo y otros tres jóvenes

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Tegucigalpa – La Sala II del Tribunal de Sentencia con Jurisdicción Nacional ha dictado una pena de 96 años de prisión a Eber Ezequiel Espinoza, declarado culpable como autor material del asesinato de cuatro jóvenes, incluyendo Said Omar Lobo Bonilla, hijo del expresidente Porfirio Lobo.

A Espinoza se le halló culpable del asesinato de Said Omar Lobo Bonilla, José Salomón Vásquez Chávez, Norlan Rodríguez Romero y Luis Armando Zelaya, imponiéndosele 22 años y seis meses por cada asesinato, sumando un total de 90 años. Además, se le condenó a seis años por asociación para delinquir, resultando en una pena total de 96 años, junto con la inhabilitación absoluta.

Erick Macías Rodríguez recibió una condena de 12 años y ocho meses por encubrimiento y asociación para delinquir. Sin embargo, Macías fue asesinado recientemente en una cárcel de máxima seguridad. Norma Alicia García también fue condenada por los mismos delitos a 12 años y ocho meses de prisión.

El 16 de mayo, un tribunal hondureño declaró culpables a los sicarios de los cuatro jóvenes en un crimen que conmocionó a la sociedad en julio de 2022. El hecho ocurrió en el centro comercial Torre Centro Morazán de Tegucigalpa, donde Said Omar Lobo Bonilla, José Salomón Vásquez Chávez, Norlan Enrique Rivera Rodríguez y Luis Armando Zelaya Rivera fueron asesinados.

La madrugada del 14 de julio de 2022, las cámaras de vigilancia y el Sistema de Emergencia 911 captaron a seis hombres fuertemente armados, vestidos con uniformes de la extinta Fuerza Nacional Anti Maras y Pandillas (FNAMP), descendiendo de un vehículo pick up sin placas y confrontando a las víctimas. Tras obligarlas a salir de sus vehículos y registrarlas, los agresores ejecutaron a los cuatro jóvenes con una ráfaga de disparos.

Este asesinato múltiple, que incluyó al hijo de un expresidente y a otros jóvenes vinculados a figuras políticas, ha causado una profunda indignación en la sociedad hondureña. La sentencia de hoy cierra un capítulo doloroso, aunque la búsqueda de justicia por los autores intelectuales continúa.