El influyente clan hondureño Montes Bobadilla recibió cargamentos de droga provenientes de Colombia mediante el uso de “narcosubmarinos”, según reveló un extenso informe publicado este martes por el medio internacional InSight Crime.
La investigación señala que estos semisumergibles —tecnología utilizada desde hace décadas para el transporte clandestino de cocaína— han incrementado su alcance, sofisticación y número, convirtiéndose en una de las principales herramientas del narcotráfico internacional.
El informe incluye evidencia de que los Montes Bobadilla, uno de los grupos criminales más poderosos de Honduras, recibieron embarques de droga desde Colombia a través de estas naves. Documentos judiciales de Estados Unidos y descubrimientos recientes en la costa caribeña hondureña, como canales clandestinos conectados a propiedades del clan, refuerzan la tesis de que aún mantienen activa una red marítima.
Narcosubmarinos: invisibles, letales y en aumento
Los llamados “narcosubmarinos” no siempre son verdaderas naves sumergibles. La mayoría son buques de perfil bajo (LPV, por sus siglas en inglés), que viajan casi pegados a la superficie del mar para evitar la detección. Estas embarcaciones pueden transportar varias toneladas de cocaína, recorrer largas distancias y operar con escasa visibilidad desde aire o mar.
Durante 2024, las autoridades interceptaron un número casi récord de 30 de estas naves, en su mayoría en rutas entre Sudamérica y Centroamérica por el Pacífico. No obstante, también se reportaron hallazgos en el Caribe, Europa, África y Australia, lo que confirma la expansión global del fenómeno.
Astilleros clandestinos y rutas trazadas
Según InSight Crime, más de la mitad de los narcosubmarinos analizados fueron construidos en astilleros clandestinos ubicados en la costa pacífica de Colombia, especialmente en los departamentos de Nariño y Cauca, zonas de alto cultivo de coca.
Además, rutas en el Caribe —incluido el litoral atlántico de Honduras— han cobrado relevancia. Las autoridades han identificado la presencia de estos vehículos en zonas antes no asociadas con este tipo de tráfico, incluyendo el hallazgo de un narcosubmarino abandonado en Sierra Leona y otro con rumbo a Australia.
Una amenaza persistente
Aunque difíciles de detectar, estas embarcaciones han sido interceptadas en diversas partes del mundo. A pesar de los esfuerzos de las autoridades, la tasa de interdicción sigue siendo baja, lo que refleja la efectividad del método. Según expertos, muchas veces estas naves se autohunden para borrar evidencia, incluso tras haber cumplido su misión.
“Los Montes Bobadilla representan un ejemplo claro de cómo grupos criminales centroamericanos se conectan directamente con productores sudamericanos usando rutas sofisticadas y métodos tecnológicamente avanzados como los narcosubmarinos”, concluye el informe.