Cardenal hondureño dice que migrantes hallan indiferencia en periplo a EE.UU.

0
946

Tegucigalpa, 15 dic (EFE).- El cardenal de Honduras, Óscar Andrés Rodríguez, dijo este domingo que los hondureños que abandonan su país con la idea de llegar a Estados Unidos y la esperanza de ayudar a sus familias encuentran «muros», «dificultades» e «indiferencia» en su viaje.

«Cuántos de nuestros hermanos hondureños en estas caravanas buscan a donde poder encontrar algo para subsistir y ayudar a sus familias y encuentran muros, dificultades, corazones que en lugar de estar abiertos a compartir se cierran en la indiferencia», señaló Rodríguez en la misa que ofició en la catedral de Tegucigalpa ante decenas de católicos.

Los hondureños, al igual que los guatemaltecos y salvadoreños, emigran, principalmente, por la pobreza, la falta de empleo, la reunificación familiar, los efectos de fenómenos naturales y la violencia generada por pandillas y el crimen organizado, según organismos de derechos humanos.

La migración irregular a Estados Unidos desde El Salvador, Guatemala y Honduras, que conforman el Triángulo Norte de Centroamérica, se ha incrementado en los últimos años por la violencia y los altos niveles de pobreza que afectan a esos países.

Entre octubre de 2018 y este año han salido varias caravanas con miles de centroamericanos, la mayoría hondureños, con el afán de llegar a Estados Unidos.

MUNDO SEDUCIDO POR LA AMBICIÓN

El religioso dijo que el mundo está «seducido» por la ambición y está lleno de «vicios», pero «no es feliz».

«Vivimos en un mundo que esta seducido por la ambición del poder, la ambición de acumular cosas, pero es un mundo que no es feliz», subrayó.

El cardenal hondureño dijo que aunque el mundo «esté lleno de licor, de vicios, embrutecido por las drogas, allí no está la felicidad».

El mundo también «está esclavo de los ídolos de tener y poder, del placer sin reglas morales, que son formas de esclavitud», agregó.

NAVIDAD

El religioso indicó que la Navidad no debe quedarse «en una borrachera más» o en «una simple comilona».

«La pasión del señor Jesús por la vida pone al descubierto cuánta debilidad, cuánta fragilidad, cuánta superficialidad, en tantos convencionalismos, hacemos en estas fechas tantas celebraciones bonitas, las posadas, la novena de Navidad y también muchas cenas y no está mal que hagamos nuestra cena de Navidad, pero que la Navidad no se quede en eso”, enfatizó.

Instó a los feligreses a compartir en las fiestas navideñas con los que menos tienen y destacó que «nadie es tan pobre que no tenga alguna cosita que compartir y aunque no se tenga ninguna cosa material se puede tener una sonrisa, una visita, una palabra de consuelo para aquellos que no tienen ni quien los visite y se preocupe por ellos».

La gracia de la Navidad es «la alegría», subrayó el cardenal hondureño, quien dijo que la suerte de Honduras puede cambiar cuando los hondureños «cambiemos de corazón, pero no podemos seguir creyendo que vamos a cambiar con corazones de piedra, con la indiferencia y con repetir más los errores del pasado». EFE