Roma – El vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, afirmó este viernes en un foro de debate organizado en Italia que espera que el crecimiento de la zona euro sea «cercano a cero o incluso negativo» en el cuarto trimestre del año, como consecuencia del incremento de los contagios de coronavirus.
«Mi opinión personal es que el crecimiento va a ser cercano a cero o incluso negativo en el cuarto trimestre en la zona euro, creo que vamos a tener peores noticias de las que esperábamos en septiembre», ha afirmado De Guindos en un panel de debate virtual organizado por el grupo The European House-Ambrosetti y en el que también han intervenido el comisario europeo de Economía, Paolo Gentiloni, y el gobernador del Banco de Francia, François Villeroy de Galhau, entre otros.
Por otra parte, avanzó que el BCE prevé que «en la primera mitad del próximo año» aumente la morosidad en los balances de los bancos «debido al impacto de la pandemia», con lo que será fundamental que «las provisiones sean las correctas porque de lo contrario se puede poner en tela de juicio la credibilidad de los balances financieros» de las entidades europeas.
De Guindos reconoció que la actividad económica en la zona euro ha vivido un repunte importante en el tercer trimestre, pero alertó de que el BCE espera un deterioro mayor en el cuarto trimestre del calculado en septiembre, por el incremento de los nuevos contagios de coronavirus en esta segunda ola y las medidas que los gobiernos están adoptando para frenar el virus.
«Creo que no va a haber un bloqueo comparable con el que tuvimos en marzo, pero va a tener un impacto en la actividad económica», sostuvo.
Reconoció que la pandemia ha obligado a los gobiernos a aprobar paquetes de estímulo «para reducir el impacto de la crisis en la actividad económica», unas acciones que han sido «clave» pero que tendrán consecuencias importantes, empezando por un significativo incremento del déficit fiscal y de la deuda pública.
«En el corto plazo no hay alternativa, la política fiscal tiene que actuar, pero a medio plazo se debe trabajar en la reducción de la deuda pública, que va a estar en niveles muy superiores a los de antes de la pandemia, y debe abordarse la cuestión de la estabilidad fiscal», apuntó.
De Guindos se refirió también a «las vulnerabilidades potenciales que podrían afectar la evolución de los mercados financieros en la zona del euro» y citó la baja rentabilidad de los bancos europeos, que se refleja en evaluaciones muy bajas, unas notas que tienen consecuencias «en términos por ejemplo de obtención de capital», pues resulta «casi imposible» con estas calificaciones, pero también «a la hora de generar capital de manera orgánica» por los reducidos márgenes.
Destacó que ya antes de la pandemia el sector bancario europeo debía haber actuado para reducir sus costes y argumentó que las fusiones pueden ser una solución para aumentar la fortaleza de las entidades, aunque no la única.
Actualmente «el retorno de capital de los bancos europeos es claramente más bajo de lo que los inversores institucionales están pidiendo», lamentó. EFE
