«Xiomara Castro es una amenaza para Honduras, una loba socialista vestida de ovejita» advierte congresista de EE. UU.

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Tegucigalpa – La congresista republicana estadounidense María Elvira Salazar lanzó duras críticas contra la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, a quien acusó de llevar al país hacia la miseria, la corrupción, y el crimen.

«Siempre he advertido que el socialismo llevaría miseria, corrupción y crimen a Honduras, de la mano de la presidenta Xiomara Castro», afirmó Salazar en un mensaje publicado en la red social X (antes Twitter).

El pronunciamiento de Salazar se produce en medio de una crisis política en Honduras, tras las declaraciones del cuñado de la presidenta, el exdiputado Carlos Zelaya, quien admitió haber participado en una reunión con narcotraficantes en 2013. Salazar, conocida por su oposición al socialismo democrático promovido por Castro, aseguró que «el familión de los Zelaya tiene sus días contados. ¡Los hondureños ya se están dando cuenta de su error!».

La congresista también criticó la aparente doble moral de Castro en cuanto al tratado de extradición, recordando que la presidenta se mostró favorable a la extradición del expresidente Juan Orlando Hernández, pero ha guardado silencio respecto al video que muestra a su cuñado en una reunión con narcotraficantes. «Xiomara Castro de Zelaya desgraciadamente le hace honor a su apellido, Fidel Castro», dijo Salazar, calificándola como «una amenaza para Honduras» y «una loba socialista verdaderamente vestida de ovejita».

El mensaje de Salazar provocó una rápida respuesta del ministro de Planificación hondureño, Ricardo Salgado, quien descalificó a la congresista como parte de «la gusanera implicada en la conspiración para defenestrar el gobierno de Honduras». Salgado acusó a Salazar de hacer lobby para proteger a los narcos vinculados al sistema bancario y al bipartidismo en Honduras.

Además, Salgado arremetió contra el precandidato presidencial Jorge Cálix, a quien calificó como un «gusano de adentro», instando al pueblo hondureño a «aplastarlo con su superioridad moral y ética».

Este intercambio de declaraciones subraya las crecientes tensiones políticas en Honduras, en un contexto donde las acusaciones de corrupción y narcotráfico continúan dominando la escena.