Reino Unido, preocupado por la violencia a los periodistas en Honduras

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Tegucigalpa.- El Reino Unido expresó este martes su preocupación por la criminalización y la violencia que sufren los periodistas en Honduras, mientras que el Gobierno hondureño reconoció que tiene «muchos desafíos» para protegerlos y garantizar la libertad de expresión.

Honduras es uno de los países de la región «más peligrosos» para ejercer el periodismo, dijo el embajador del Reino Unido en Guatemala y concurrente para Honduras, Nick Whittingham, en una charla virtual con motivo del Día Mundial de la Libertad de Prensa celebrado ayer.

El país se sitúa en el puesto 151 en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2021, de una tabla que integran 180 países, según el informe anual de Reporteros Sin Fronteras (RSF), citado por el diplomático.

El funcionario destacó la necesidad de «crear conciencia sobre la importancia de la libertad de prensa y la protección de periodistas y comunicadores en Honduras».

«Soy consciente de que hay muchas personas que continúan apoyando los esfuerzos en favor de la libertad de prensa; sin embargo, todavía hay mucho trabajo por hacer», subrayó.

VIOLENCIA CONTINÚA

Whittingham expresó la «preocupación» del Reino Unido por la «violencia continua» contra comunicadores en el país centroamericano, especialmente en áreas rurales, y lamentó que muchas mujeres periodistas sufren «discriminación, intimidación y acoso» relacionado con su trabajo.

Alrededor de 90 periodistas y comunicadores sociales han sido asesinados en Honduras en los últimos 20 años, casos de los que más del 90 % están en la impunidad, según cifras del Comisionado Nacional de los Derechos Humanos y el Colegio de Periodistas.

«Para el Reino Unido, una prensa libre, independiente y diversa, pide cuentas al Gobierno sobre una plataforma por medio de la cual los derechos humanos pueden ser apoyados y permite que los ciudadanos participen y se involucren, tomen decisiones informadas», señaló el diplomático.

Agregó que es importante que los Gobiernos cuenten con «una prensa libre, fuerte y profesional», para crear una fuente de información fidedigna de ciudadanos en el contexto de noticias falsas en redes sociales.

La Embajada británica también expresó su preocupación por «los niveles de criminalización» de los periodistas y comunicadores hondureños.

La relación entre el Gobierno y los periodistas «se encuentra muy fragmentada», por lo que las partes deben continuar «con el diálogo», añadió la legación británica.

DESAFÍOS PARA LIBERTAD DE PRENSA

En la reunión, denominada «Compromisos, desafíos y oportunidades sobre Libertad de Prensa en Honduras», también participó, entre otros, la viceministra hondureña de protección de la Secretaría de Derechos Humanos, Rosa Seaman, quien reconoció que el país enfrenta «muchos desafíos» para garantizar la libertad de prensa.

La pandemia de covid-19 en Honduras causó en 2020 «un debilitamiento de los derechos fundamentales como la libertad de expresión y el derecho al acceso de información», señaló.

El estado de emergencia declarado en el país por la crisis sanitaria ha dado lugar a «graves restricciones a los derechos fundamentales, incluida la libertad de expresión», indicó la funcionaria, quien afirmó que ese derecho ya fue restablecido.

Seaman dijo que otro desafío de Honduras es impulsar una «investigación expedita» de los asesinatos de periodistas y comunicadores en el ejercicio de su profesión, aunque reconoció los esfuerzos de la Fiscalía de Delitos Contra la Vida.

«Otro desafío es garantizar la seguridad de los periodistas ante las acciones del crimen organizado por las denuncias que realizan, y de otros actores cuyos intereses se pueden ver afectados por la labor periodística», añadió.

Destacó «la voluntad institucional» para prevenir ataques y proteger a periodistas a través del Mecanismo Especial para la Protección de Defensores de Derechos Humanos, Periodistas, Comunicadores Sociales y Operadores de Justicia.

El encuentro, que se celebró de manera virtual, fue auspiciado por la Embajada del Reino Unido y la organización PEN Internacional. EFE