Nueva York, 10 oct (EFE).- Dos jueces federales rechazaron las demandas que habían presentado varios grupos religiosos contra las medidas impuestas en Nueva York por el gobernador del estado, Andrew Cuomo, que limitan las aglomeraciones de personas en lugares de culto en las zonas donde se están registrando brotes de coronavirus, que se están dando sobre todo en comunidades de judíos ortodoxos.
Según anunció la oficina de Cuomo este sábado, una demanda presentada por la Diócesis Católica de Brooklyn, que solicitaba la restricción de las medidas para frenar el coronavirus, fue rechazada por un juez.
Los denunciantes apuntaban que las medidas destinadas a evitar contagios del coronavirus en las zonas de Nueva York que están registrando importantes brotes violaban los derechos de la primera enmienda de la Constitución de EE.UU., la libertad de religión.
El togado, sin embargo, apuntó que se trataba de una «difícil decisión», ya que la medida impuesta por el gobernador tenía como objetivo otras instituciones religiosas, y no a la Diócesis de Brooklyn, que prácticamente no se ha visto afectada por el coronavirus.
Por su parte, el obispo de la diócesis, Nicholas DiMarzio, dijo sentirse «decepcionado» por la decisión pero apuntó que acatarán las normas.
«Nosotros siempre seguimos las normas y no hemos tenido ningún contagio. Esto no tiene sentido», aseveró DiMarzio en una rueda de prensa ofrecida a los medios este sábado, en la que recordó que los «puntos calientes» de infecciones de coronavirus no se están produciendo en su comunidad.
«No queremos que haya ningún contagio en nuestras iglesias. De hecho, nosotros las cerramos antes de que nos lo pidiera el Estado», recordó en referencia a su cierre desde el pasado marzo hasta julio.
Por otra parte, el juez Kiyo Matsumoto presentó este viernes una sentencia en respuesta a una denuncia presentada por varios rabinos y sinagogas, en la que se argumentaba que las restricciones de Cuomo son anticonstitucionales, y pedían que se retrasaran las medidas hasta después de las festividades judías de este fin de semana.
Las normas limitan a 10 personas las ceremonias religiosas en espacios interiores en las «zonas rojas», las más afectadas, entre las que se encuentran áreas donde se concentran las comunidades de judíos ultraortodoxos, y decretan además el cierre de colegios y de algunos de los negocios no esenciales.
En las conocidas como «zonas naranjas», que rodean las «zonas rojas», las congregaciones religiosas se limitan a 25 personas.
Las restricciones se aplican en seis zonas de la ciudad de Nueva York, además de los condados de Rockland, Orange y partes de Binghamton.
En la denuncia, los rabinos, líderes de sinagogas y el grupo nacional ortodoxo Agudath Israel aseguraban que Cuomo estaba señalando a la comunidad ortodoxa como culpable de la expansión del coronavirus en plena festividad de Sukkot y el Simchat Torah de este fin de semana, que marca el ciclo anual de la lectura del Tora.
«El intimidar a una minoría religiosa en víspera de las festividades es suficiente razón para rechazar todos los argumentos (de Cuomo) y permitirnos celebrar las festividades, como hemos hecho los últimos 2.000 años», dijo el grupo en la demanda presentada el viernes.
Sin embargo, los representantes legales del gobernador señalaron que no está señalando a la comunidad judío ortodoxa, sino clarificando que este grupo «no recibirá un trato especial».
«Una concentración masiva no es menos peligrosa simplemente porque sea de naturaleza religiosa», apuntan los argumentos de Cuomo, que agregan que «el derecho a practicar la religión libremente no incluye el exponer a la comunidad (…) a enfermedades contagiosas».
Nueva York ha vivido un constante aumento de infecciones y hospitalizaciones desde principios de septiembre, y se han registrado 10.000 nuevos casos de coronavirus en los últimos 7 días, unas cifras no vistas desde mayo pasado.
Una media de 698 pacientes de COVID-19 han sido ingresados diariamente en la pasada semana, por encima de los 457 de la última semana de agosto.
Cuomo asegura que buena parte del aumento se debe a los «puntos calientes» en las comunidades de judíos ortodoxos de Nueva York y en los condados de las afueras de la ciudad, además de concentraciones de casos relacionados con universidades y una iglesia baptista en la zona norte del estado.
En la última semana, y tras anunciarse las restricciones en las congregaciones religiosas, cientos de judíos ortodoxos han protestado las medidas en la zona de Borough Park, en Brooklyn, donde han estado quemando mascarillas en hogueras improvisadas en las calles de la ciudad.