Tegucigalpa – Un dictamen con carácter favorable fue remitido a la Secretaría del Congreso Nacional para aprobar un decreto que sancione económicamente a los diputados que falten a reuniones de comisiones y sesiones del pleno. Sin embargo, la decisión final queda en manos de los propios legisladores, informó el diputado Daniel Discua.
“Este es un mandato del pueblo”, afirmó Discua, enfatizando que la aprobación del decreto depende ahora del pleno del Congreso Nacional. A pesar de ser calificado como uno de los peores Congresos en la historia democrática de Honduras, muchos de sus actuales diputados buscan la reelección en las elecciones generales de noviembre.
El Congreso Nacional acumula 49 días sin sesionar, y las actividades parlamentarias se reanudarán el próximo 9 de abril, según el presidente del Poder Legislativo, Luis Redondo. No obstante, el retorno será breve, ya que los parlamentarios tomarán un nuevo receso por la Semana Santa.
Actualmente, cientos de proyectos de decretos permanecen paralizados, mientras los salarios y viáticos de los congresistas continúan pagándose con normalidad.
En las pasadas elecciones primarias del 9 de marzo, 93 diputados en funciones participaron con aspiraciones de mantenerse en el Congreso por otro período de cuatro años. Del total, 39 congresistas fueron por el Partido Libertad y Refundación (Libre), 29 por el Partido Nacional y 25 por el Partido Liberal.
Se estima que alrededor de 80 diputados lograron asegurar su candidatura para las elecciones generales, apostando principalmente por las corrientes más fuertes dentro de sus partidos para garantizar su continuidad en el Legislativo.
El polémico decreto que busca reducir los salarios a los diputados faltistas dependerá ahora de que los mismos parlamentarios se sometan a una medida que afectaría sus propios ingresos, lo que ha generado escepticismo sobre su aprobación final.
