Lima– El Gobierno peruano confía en la recuperación de su economía, tras soportar una caída del producto interno bruto (PIB) del 16 % en marzo, y después de perder dos millones de empleos a causa de la larga y «severa» cuarentena con la que el país enfrenta el COVID-19 según estimó la ministra de Economía, María Antonieta Alva.
Transcurridos más de 80 días de emergencia sanitaria, Alva se mostró optimista respecto a la cifra de pérdidas económicas que ofrecerá el país cuando pase la pandemia y afirmó que, si bien «estamos enfrentando un entorno de mucha incertidumbre», en marzo la caída fue tan solo del 16 % pese a que se estimó un descenso del 30 % en un primer momento.
«Es muy difícil hacer estimaciones, pero nuestro compromiso es que justamente el plan económico busque minimizar los impactos del coronavirus, nuestra meta es dejar una economía en recuperación» para junio de 2021, declaró la ministra en teleconferencia con la Asociación de Prensa Extranjera en el Perú (APEP).
DESPLOME DEL EMPLEO
Debido a la dura cuarentena, que impuso el confinamiento y la inmovilización obligatoria a nivel nacional, se han perdido 1,2 puestos de trabajo en Lima, la ciudad capital con 10 millones de habitantes, indicó Alva citando cifras del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).
Para paliar esos daños, la funcionaria detalló que el plan económico impulsado por el Gobierno asciende a 110.100 millones de soles (32.000 millones de dólares), equivalentes al 14,5 % del PIB, y que serán financiados con medidas tributarias (4.700 millones de dólares), gasto público (3.000 millones de dólares), y otros instrumentos (24.500 millones de dólares).
Así, recordó que los 10.000 millones de soles (3.000 millones de dólares) del gasto público se destinaron ya a la atención de la emergencia y al soporte económico de las familias, y que cuenta con «una previsión similar para la etapa de la reactivación económica», que empezó en mayo en su primera fase.
«Tenemos las espaldas económicas para no escatimar en el caso que se requiera dar recursos adicionales, nos sentimos cómodos con este número destinado al plan, pero siempre está en evaluación», anotó.
MEDIDAS ECONÓMICAS SEVERAS
La titular de Economía destacó además que la estrategia peruana contra el coronavirus tiene «uno de los planes mas ambiciosos de la región» y que las decisiones adoptadas por el Gobierno de Martín Vizcarra «han sido de las más severas».
Sin embargo, Alva consideró que «esta cuarentena agresiva» ha traído como resultado «una reducción en el ritmo de contagios y ganar tiempo para reforzar el sistema de salud y atender» a los enfermos.
Al inicio de la pandemia en Perú en marzo, cada enfermo con COVID-19 podía contagiar a 3,2 personas y en la actualidad ese ritmo a bajado a 1,4 personas.
Para garantizar que la población cumpla con la cuarentena, el ministerio aprobó la entrega de bonos a las familias más vulnerables y luego se extendió a un bono universal que debe llegar a 7,5 millones de hogares por un total de 22.426 millones de soles (6.500 millones de dólares).
REACTIVACIÓN DE LA ECONOMÍA
Después de responder a una fase de contención, en el que se destinaron más de 2.700 millones de soles (794 millones de dólares) para reformar el sistema sanitario, el plan ingresó en mayo a la primera fase de la reactivación económica.
En la primera fase, se reactivó la gran minería, la pesca y otras actividades como el comercio online, y a fines de mayo ya se mostraba una recuperación en los indicadores de producción de electricidad, indicó.
En ese sentido, Alva dijo que la velocidad de las siguientes fases de reactivación dependerán «de la evolución epidemiológica del país» y que en una cercana segunda fase se reactivará el 85 % de la economía.
«Lo ideal es que la tercera y cuarta fase inicien lo más pronto posible, pero la decisión no está restringida a variables económicas, sino sanitarias», precisó.
Insistió en que «estamos en una situación de crisis», donde el Ejecutivo busca respuestas para solucionar los problemas de la ciudadanía, pero que «estas respuestas no hipotequen el futuro del país y las próximas generaciones».
RECUPERACIÓN PARA PRÓXIMO GOBIERNO
Para la ministra, «el tema de la fortaleza económica es no negociable para Perú, este COVID-19 es temporal» y aseguró que están comprometidos en volver «a la senda de la disciplina fiscal».
Asimismo, la economista remarcó que el Ejecutivo se ha propuesto ser «bastante responsables con el próximo Gobierno con el presupuesto que se formule», a partir de una recuperación de la recaudación tributaria, postergada este año por la pandemia.
«Es muy importante tener un presupuesto realista para que el Gobierno de turno se sienta bastante tranquilo», a partir de julio del próximo año, cuando Vizcarra tome el juramento a su sucesor en Palacio de Gobierno, ratificó la titular de Economía.EFE
