Tegucigalpa.- La opositora Concertación Democrática Nicaragüense (CDN-Monteverde) celebró este jueves que el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, no haya reunido los votos para elegir como nuevo secretario general del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA) a su ministro asesor para políticas y asuntos internacionales, Valdrack Jaentschke, a quien la oposición identifica como un agente de inteligencia.
«Una vez más el régimen Ortega-Murillo fracasó en su intento de colocar a uno de sus más connotados voceros, el señor Valdrack Ludwig Jaentschke Whitaker, como secretario general del SICA», señaló en una declaración ese movimiento opositor nicaragüense en el exilio.
«Esta pretensión fue neutralizada por la acción conjunta de la sociedad civil nicaragüense y el apoyo de la mayoría de los Gobiernos de los países que integran el SICA», indicó la CDN-Monteverde, integrada por opositores desnacionalizados por las autoridades nicaragüenses, entre otros.
«Agradecemos de manera especial el valioso aporte de los cancilleres (de Centroamérica) que al negar su respaldo a dicho nombramiento garantizaron este triunfo», agregó.
El Gobierno de Nicaragua informó el miércoles que su candidato no reunió los votos suficientes de los países de Centroamérica para ser elegido como nuevo secretario general del SICA, cargo que se encuentra vacante desde noviembre de 2023.
Dicen que la «amenaza» sigue vigente
«Si bien esta es una importante victoria, la amenaza de colocar a Jaentschke en el cargo sigue vigente, y con ello el peligro de insertar a Centroamérica en medio del conflicto internacional liderado por Rusia y China», continuó el grupo opositor nicaragüense.
«Esta pretensión del régimen Ortega Murillo, de utilizarnos como peones de intereses foráneos, sigue siendo una amenaza que afecta a toda la población centroamericana; ya que esta alineación avivaría conflictos geopolíticos y generaría más dificultades y tragedias a la sociedad de la región», añadió.
La oposición nicaragüense dijo que «nos toca a todos los centroamericanos, tanto Gobiernos como miembros de la sociedad civil, mantener esta lucha conjunta por los verdaderos intereses regionales».
También hicieron un llamado a las organizaciones no gubernamentales (ONG), asociaciones empresariales y demás instancias de la sociedad civil, «a redoblar esfuerzos para seguir frenando los intentos del régimen Ortega Murillo para hacerse con el control de la secretaría general del SICA».
Según la CDN-Monteverde, «los Ortega Murillo pretenden expandir y replicar al resto de la región, las violaciones a las libertades y los derechos humanos que cometen contra los nicaragüenses».
«La defensa de los valores y principios que han hecho la mayor parte de los Gobiernos de la región es importante, pero no olvidemos que es la ciudadanía la que sufre los crímenes de lesa humanidad, tortura, cárcel, destierro y hasta la pérdida de la nacionalidad y sus bienes», apuntó.
Sin secretario general desde noviembre de 2023
Esa agrupación opositora confió «en que la unidad de los pueblos libres y amantes de la democracia, con la bendición de Dios, defenderá la Centroamérica de paz, libertad, y desarrollo que todos anhelamos», y abogó por seguir «resguardando la defensa de los valores de una paz firme y duradera y la democracia, que sustentan al SICA».
La Secretaría General del SICA se encuentra vacante desde que a mediados de noviembre de 2023 el abogado nicaragüense Werner Vargas renunció al cargo para el período 2022-2026, para el que fue nombrado a propuesta de Nicaragua.
Posteriormente, el presidente Ortega propuso a Jaentschke como nuevo secretario general del SICA y culminar el período que le corresponde a Managua.
Los otros dos candidatos del Gobierno nicaragüense son, en ese orden, Violeta Irías Nelson, de la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos, y la diputada oficialista Irís Marina Montenegro Blandón.
El SICA, creado en Tegucigalpa en 1991, lo integran Belice, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá y República Dominicana como miembros de pleno derecho, mientras que México, Estados Unidos y otros países tienen la categoría de observadores regionales. EFE