El filántropo japonés Shin Fujiyama llegó a El Progreso, Yoro, tras un agotador recorrido de 3,000 kilómetros desde la frontera entre Estados Unidos y México. Este maratón, que cruzó México, Guatemala y El Salvador, fue realizado con el objetivo de recaudar fondos para construir escuelas en Honduras, beneficiando a niños en situación vulnerable.
Fujiyama, quien lleva más de una década viviendo en Honduras, fue recibido en El Progreso como un héroe por miles de personas, quienes expresaron su aprecio y gratitud por su dedicación a la educación del país.
A través de sus redes sociales, Fujiyama compartió cada etapa de su travesía, incluida su última transmisión en vivo en TikTok, mostrando el tramo final de su ruta. La llegada a su “hogar” en El Progreso fue especialmente emotiva, donde la comunidad hondureña lo aclamó como un verdadero “Héroe Nacional,” alguien que, según sus seguidores, ha hecho más por el país que muchas administraciones pasadas.
Sin perder tiempo, Fujiyama inmediatamente se dedicó a coordinar la construcción de las nuevas escuelas en El Progreso, fiel a su espíritu incansable. Su compromiso con la niñez y la educación hondureña es evidente en cada paso que dio a lo largo de esta travesía. A pesar de haber enfrentado intensas condiciones climáticas —sol ardiente, lluvias y hasta granizo—, nunca abandonó su propósito, inspirando a personas en cada país que atravesó.
Este recorrido es un recordatorio del impacto que un individuo comprometido puede tener en la sociedad. Con humildad y determinación, Shin Fujiyama mostró lo que significa liderar con el ejemplo, demostrando que el cambio real no se logra con promesas vacías, sino con acciones concretas.
Su nombre ya es recordado como el de un verdadero líder, un “comandante” en la causa por un mejor futuro para la niñez hondureña.