Tegucigalpa.- El Ministro de Planificación Estratégica, Ricardo Salgado, ha desatado controversia al insinuar en sus redes sociales que la exrectora Julieta Castellanos podría haber recibido instrucciones de la Embajada de Estados Unidos antes de expresar su opinión sobre el Partido Libertad y Refundación (Libre).
En su declaración, Castellanos habló sobre la supuesta dependencia de Libre de la crisis, afirmando que esta es la esencia del partido pero que también refleja un deseo de control absoluto sobre las instituciones del Estado.
Salgado, en respuesta, vinculó estas declaraciones con el juicio pendiente de Juan Orlando Hernández y su posible impacto en la opinión pública. El ministro sugirió que podrían surgir «pruebas» de que Hernández, enfrentando cargos ante la justicia estadounidense, sea presentado como un héroe en la lucha antidrogas, incluso insinuando vínculos con agencias como la DEA y la CIA.
Para Salgado, esta estrategia tendría como objetivo rescatar la imagen del Partido Nacional de Honduras y el Bloque de Oposición Ciudadana, a los cuales considera afectados por una situación política marcada por «delincuentes y fascistas disfrazados de libertarios».
Estas declaraciones han avivado el debate sobre la influencia extranjera en la política hondureña y han generado una serie de reacciones tanto a favor como en contra en el país.
