Tegucigalpa.- En medio de un ambiente cargado de entusiasmo y esperanza, los seguidores de Maribel Espinoza corearon al unísono «¡Viva Maribel Espinoza!» mientras la precandidata hacía su entrada al evento, donde la abogada oficializó su precandidatura por el Partido Liberal en un acto marcado por aplausos y vítores de los presentes.
Maribel Espinoza lanzó su precandidatura por el Partido Liberal con un llamado al cambio en Honduras
«Este desafío es enorme, pero estoy agradecida porque he logrado superar todos los retos que he enfrentado en mi vida. Estoy lista para liderar esta nación con amor y determinación», afirmó Espinoza con convicción.
En su discurso, subrayó la urgente necesidad de una transformación en Honduras. «¿Ustedes quieren seguir con una Honduras gobernada por corruptos?», preguntó a la audiencia, que respondió con un rotundo «¡No!».
Continuó cuestionando la situación actual del país: «¿Ustedes quieren seguir en una Honduras insegura, donde hasta la viceministra huye del país? ¿Quieren seguir con una ‘H’ de Honduras sin libertad?»
Propuestas de cambio
Espinoza propuso un cambio profundo: «Entonces, cambiemos a una Honduras con más salud, educación, seguridad y empleo. Construyamos todos juntos una Honduras mejor para todos.» Su mensaje fue directo, llamando a la unidad y al esfuerzo colectivo para mejorar la nación.
«¡Viva el Partido Liberal!», exclamó con entusiasmo. Agradeció el apoyo recibido y expresó su confianza en poder liderar el país.
Compromiso y visión de futuro
Maribel Espinoza prometió dedicar sus esfuerzos a sentar las bases de una transformación duradera. «No tengamos miedo al desafío porque estamos en esta cruzada heroica por Honduras.»
A renglón seguido, exclamó: «Convirtamos este sueño en realidad. Acompáñenme, dedicaré 1460 días de mi vida (mandato) para sentar las bases sólidas de la transformación que Honduras merece. ¡Que Dios nos bendiga a todos!», concluyó, cerrando su discurso con una nota de esperanza y aires de cambio en el Partido Liberal y en toda la nación.
El evento marcó un momento significativo para el Partido Liberal y sus seguidores, con Espinoza emergiendo como una figura de esperanza y renovación en el panorama político de Honduras.