Luis Redondo podría enfrentar responsabilidad penal si no se reconsidera el Acta pendiente del CAF, dice Olban Valladares

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Olban Valladares
Cortesía de Maya Tv

Tegucigalpa.- .- El Congreso Nacional se encuentra estancado debido a la falta de consenso para ratificar el acta en el caso Banco de Desarrollo de América Latina (CAF).

El presidente del Congreso ha afirmado que el acta ya está aprobada y que no hay nada que pueda cambiar esa situación.

Sin embargo, el analista legislativo Olban Valladares difiere de la postura del presidente del Congreso Nacional, Luis Redondo, y sostiene que si no se reconsidera el acta, podrían surgir responsabilidades.

Valladares señala que «si no se concede la reconsideración del Acta pendiente, tanto la secretaría como la presidencia del Congreso Nacional podrían enfrentar responsabilidad administrativa y penal».

El analista explica que el presidente del Congreso, aparentemente desconociendo los procedimientos parlamentarios, insiste en afirmar que la incorporación de Honduras al CAF está irreversiblemente aprobada, lo cual es una apreciación falsa.

A continuación, Valladares agrega que, de acuerdo con las Reglas de Roberts y el reglamento del Congreso utilizado sin distorsiones durante 42 años, el acta debe ser aprobada en la siguiente sesión si refleja con absoluta exactitud lo sucedido en la sesión anterior, es decir, si constituye una radiografía precisa de esa sesión.

El analista político destaca que, en caso de que se solicite la reconsideración del Acta, la presidencia «deberá obligatoriamente» conceder la palabra al diputado o diputados que lo soliciten y dar trámite a la reconsideración mediante una moción.

Si la moción de reconsideración es aprobada por mayoría simple o calificada, la secretaría deberá consignar dicha reconsideración en un nuevo acta, la cual quedará en firme cuando sea aprobada sin reconsideraciones en la siguiente sesión.

Además, Valladares enfatiza que durante las reconsideraciones, un diputado tiene pleno derecho de modificar cualquier voto emitido en la sesión anterior, ya sea cambiando de positivo a negativo o viceversa.

Al final de todas las reconsideraciones, la decisión se considera válida o inválida dependiendo de si alcanza la mayoría de votos a favor o en contra.

En el caso del CAF, es evidente que la presidencia ha obviado la aprobación del acta porque sabe que en la reconsideración no cuenta con los 65 votos necesarios para alcanzar la mayoría simple, concluye Valladares.