Viena/Londres – Los países productores de petróleo, con la OPEP a la cabeza, empiezan a movilizarse ante la continua bajada de los precios del crudo, que se ha agudizado por la extensión del coronavirus con origen en China, una crisis sanitaria que amenaza con reducir de forma sensible la demanda de productos petrolíferos.
Los precios del Brent y del Texas -los crudos de referencia en Europa y EEUU, han caído hoy un 6,51 % y un 2,8 %, respectivamente, y se han situado en mínimos desde enero de 2019, lo que ha llevado a Arabia Saudí a poner sobre la mesa un recorte de la producción que fuentes de la OPEP sitúan en medio millón de barriles al día.
Representantes de la OPEP y de otros países productores, como Rusia, tienen previsto reunirse mañana y el miércoles en Viena para evaluar el impacto del brote en el mercado petrolero.
El Comité Ministerial Conjunto de Supervisión, formado por tres miembros de la OPEP y por representantes de otros dos países productores, analizará la situación y es probable que consensúe una recomendación que llevará a la próxima reunión ministerial de la llamada OPEP+.
Esa reunión, en la que participarán los trece integrantes de la OPEP y otros diez países productores, está prevista para el 5 y el 6 de marzo, pero algunos miembros quieren adelantarla.
En diciembre, esos 23 países acordaron un recorte adicional de la producción, de 1,2 a 1,7 millones de barriles diarios, en el primer trimestre de 2020 para mantener los precios.
Según fuentes de la OPEP citadas por EFE Dow Jones, Arabia Saudí presiona para acometer una rebaja drástica y a corto plazo de la producción a fin de atajar el efecto del coronavirus en la demanda de crudo.
De acuerdo con esas fuentes, uno de los escenarios que se barajan es que Arabia Saudí encabece una rebaja colectiva de 500.000 barriles al día hasta que la crisis se haya superado.
«Si China para su actividad, lógicamente va a haber una caída en la demanda del petróleo y automáticamente eso influye en los mercados de futuros del petróleo», explica, en declaraciones a Efe, Juan Carlos Higueras, analista económico y profesor de la EAE Business School.
Fitch Ratings teme que la crisis del coronavirus cause una sobreproducción en el mercado petrolero, aunque considera difícil calcular el impacto del brote en la demanda porque dependerá de una combinación de factores, entre ellos la reducción del transporte aéreo, de los desplazamientos por carretera y de la actividad manufacturera.
«El impacto en el consumo de productos petrolíferos en China dependerá de la rapidez con la que el transporte y la actividad industrial vuelvan a nivel normales», señala Fitch.
De momento, las petroleras chinas ya han empezado a recortar el volumen de crudo que procesan en sus refinerías, lo que, según Fitch, podría reducir sus márgenes por la menor utilización de las instalaciones.
Para Gilles Moëc, de la gestora de fondos Axa Investment Managers, hasta ahora la crisis del coronavirus está afectando sobre todo al consumo doméstico en China, «lo que debería reducir los efectos secundarios en el resto del mundo».
Sin embargo -subraya Moëc- «si la crisis no entra rápidamente bajo control, será la actividad de producción e inversión la que se verá afectada, con ramificaciones profundas para la producción mundial».
Analistas de Citigroup citados por EFE Dow Jones aseguran que los efectos del coronavirus lastrarán los precios del crudo durante los tres primeros trimestres del año.
Según sus cálculos, el precio del Brent se situará entre 50 y 54 dólares por barril en los nueve primeros meses de 2020 y repuntará hasta 58 dólares en el cuarto trimestre.
En cuanto al Texas, Citigroup cree que cotizará entre 46 y 50 dólares por barril en los tres primeros trimestres.