Las muertes por Covid-19 en Honduras son el doble de lo que reporta Sinager, según la asociación de funerarias

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Tegucigalpa.- La cifra de muertes por coronavirus en Honduras desde el comienzo de la pandemia, en marzo de 2020, puede ascender a más de 16.800 víctimas, es decir 8.900 más que las registradas oficialmente, dijo este lunes a Efe el presidente de la Asociación de Funerarias del país, Edwin Lanza.

«Tenemos un subregistro de (más de) 16.000 entierros hasta la fecha», afirmó Lanza, quien indicó que el país centroamericano, de 9,5 millones de habitantes, al cerrar 2020 registraba ya 7.620 decesos por la enfermedad.

Entre marzo de 2020 y julio pasado, las cifras de las funerarias muestran que el número total de muertes atribuibles al coronavirus es de 16.806, lo que representa 8.944 muertes más que las 7.862 reportadas oficialmente por el Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (Sinager).

En este sentido, Lanza señaló que las cifras oficiales podrían estar pasando por alto las muertes en los municipios o caseríos más lejanos, ya que las autoridades sanitarias «solo levantan las estadísticas de los hospitales regionales».

Agregó que las muertes comenzaron a aumentar en septiembre de 2020 luego de que las autoridades abrieron las puertas a la actividad económica y muchos hondureños varados en las grandes ciudades retornaron a sus municipios, sin conocer si estaban contagiados.

«A partir de septiembre del año pasado, la enfermedad se desbordó en los municipios, donde el 40 % (3.145) de los entierros de todo el 2020 fue en el interior del país», explicó.

DE 30 A 40 ENTIERROS DIARIOS

Mayo de este año ha sido el peor mes de toda la pandemia de coronavirus en Honduras en número de fallecidos, con 1.593, seguido de julio, con 1.500, y abril, con 1.452, según los datos declarados por las funerarias.

A pala, están haciendo de 30 a 40 entierros al día, muchos de ellos por covid-19 o sospecha de la enfermedad, afirmó Lanza, quien instó a la población a «guardar las medidas de bioseguridad, aunque ya se haya vacunado».

El entierro de los fallecidos por covid-19 o posibles decesos asociados al SARS-CoV-2 es rápido, sin tiempo para velatorio, ni preparación de cadáveres, debido a los protocolos impuestos por las autoridades sanitarias de Honduras, donde muchos cementerios han colapsado, añadió.

Los sepultureros deben utilizar un traje de protección personal, una mascarilla tipo KN95 y equipo de desinfección para evitar una mayor propagación de la pandemia en el manejo del cadáver, dijo Lanza.

En 2020, las personas mayores fueron las principales víctimas de la covid-19, pero este año los grandes protagonistas son los jóvenes, por lo que las autoridades deben prestarles atención, señaló.

GRANDES PÉRDIDAS DE EMPRESAS FÚNEBRES

Desde mediados de julio pasado el país registra un «nuevo repunte» de contagios y muertes a causa del virus, lo que se refleja en una mayor demanda a fabricantes de ataúdes como Lanza, cuyo pequeño taller duplicó su trabajo en 2020 y en 2021 no da señales de disminuir, pese a que la materia prima que utiliza ha aumentado su precio en un 120 %.

Sin embargo, las empresas fúnebres reportan pérdidas por alrededor de 300 millones de lempiras (12,5 millones de dólares) y la suspensión de centenares de trabajadores, según cifras de la Asociación de Funerarias.

«Las funerarias estamos deprimidas porque el alza de las empresas ferreteras, al ver la gran demanda, han aumentado mes a mes el precio de la materia prima, es un golpe fuerte», destacó.

Aseguró, además, que el aumento en la fabricación de ataúdes no pueden trasladarlo en su totalidad a los clientes, ya que en las víctimas en su mayoría son pobres. EFE