La misión electoral de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Honduras aseguró este lunes, durante una sesión extraordinaria de su Consejo Permanente, que no existen indicios de fraude electoral en las elecciones presidenciales del 30 de noviembre, a pesar de la fuerte presión política del gobierno de la presidenta Xiomara Castro para que se anularan los comicios.
El jefe de la misión de la OEA, Eladio Loizaga, señaló que los observadores y técnicos de la organización detectaron demoras y deficiencias técnicas en el manejo del material electoral y en los sistemas de procesamiento de resultados, pero no hallaron evidencia de “dolo ni manipulación evidente” que pueda poner en duda la integridad de los comicios.
La declaración de la OEA contrasta con las acusaciones provenientes del oficialismo hondureño, que han insistido en la existencia de irregularidades graves y han cuestionado la confiabilidad del proceso electoral.
El informe de la OEA también calificó como injustificable la demora en la publicación de los resultados finales, que aún no han sido oficializados completamente debido a inconsistencias en parte de las actas y a la polarización política.
Hasta ahora, el conteo oficial continúa sin definirse, y los principales candidatos —el nacionalista Nasry Asfura y el liberal Salvador Nasralla— se mantienen en una carrera muy reñida, generando tensión política y social en el país. La misión de observación de la OEA llamó a respetar los procesos institucionales y a acelerar el escrutinio especial de las actas con discrepancias.
