La impunidad y la desigualdad sostienen la violencia contra las mujeres en Honduras

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Bertha Zúñiga, hija de la activista Berta Cáceres. EFE/Esteban Biba/Archivo

Tegucigalpa – La violencia contra las mujeres es la consecuencia de la impunidad y la desigualdad que prevalecen en Honduras, donde una mujer es asesinada cada 18 horas y en esas circunstancias murieron cerca de 300 en 2019.

Con motivo de la celebración este sábado del «Día de la mujer hondureña», Bertha Zúñiga, hija de la líder ambientalista Berta Cáceres, asesinada el 2 de marzo de 2016, dijo a Efe que la violencia de género es la consecuencia de una violencia estructural, la falta de sanción y una prevención adecuada.

En Honduras las agresiones contra las mujeres «van escalando», subrayó Zúñiga, quien lamentó que en el país hay «demasiadas armas» que solo generan «muerte y violencia».

La desigualdad y la violencia afectan a las mujeres, especialmente las indígenas, y «si nos quitan nuestros territorios vamos a tener que salir (del país) en caravana masiva».

INDÍGENAS CONMEMORAN SU DÍA DEFENDIENDO SUS TERRITORIOS

Las mujeres de la etnia lenca conmemora su día «defendiendo nuestros territorios» y homenajeando los derechos «históricos» que las comunidades han adquirido, indicó.

Zúñiga indicó que el convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), dedicado a proteger los derechos de los pueblos indígenas y tribales, señala que el Estado está obligado a consultar a las comunidades indígenas sobre la ejecución de proyectos de inversiones concedidos por las autoridades estatales.

Esa disposición «no es una posibilidad, es una obligación del Estado», subrayó Zúñiga, también coordinadora general del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (Copinh).

FALTAN POLÍTICAS PÚBLICAS PARA PROTEGER A MUJERES

La diputada Doris Gutiérrez, del opositor Partido Innovación y Unidad Social Demócrata (Pinu-SD), lamentó que el Estado de Honduras «no tenga políticas públicas» para proteger la vida y «prevenir» la violencia contra mujeres.

Las mujeres en Honduras viven en una «sociedad patriarcal y machista» y son vistas como «un objeto, no como una persona» sujeta de derechos, dijo a Efe Gutiérrez.

Además de sufrir violencia machista en el hogar, las mujeres también lo padecen en el ámbito laboral, señaló la diputada, quien aseguró que falta voluntad política para acabar con esas agresiones.

MUJERES GANAN MENOS QUE LOS HOMBRES

La desigualdad no solo se expresa en la violencia contra las mujeres, sino en el hecho de que ellas ganen menos que los hombres por el mismo trabajo, o de que su participación política quede reducida a apenas un 21 % de féminas en el Parlamento.

Gutiérrez señaló que en la teoría se cumple la paridad política, pero las mujeres ocupan «los últimos puestos» en Honduras, donde una fémina nunca ha ostentado la Presidencia de la nación.

Las mujeres presentan además mayores índices de pobreza, analfabetismo y abandono escolar, y muchas de las que se dedican al trabajo doméstico padecen discriminación laboral, agregó.

Para lograr erradicar esta violencia, Gutiérrez dijo que la educación es un pilar fundamental aunado a mejorar el autoestima de las mujeres.

Con más de 9,2 millones de habitantes, de los que un 51 % son mujeres, la gran mayoría pobre, Honduras registró en 2019 cerca de 300 asesinatos de féminas, según cifras de organizaciones feministas.

ALTA VIOLENCIA

Honduras registra «niveles altos de violencia» en todos los ámbitos y las mujeres son las principales «víctimas», aseguró a Efe Reina Rivera, activista de derechos humanos.

«Se quiere controlar la vida de las mujeres y sus cuerpos, por lo que termina siendo violentadas físicamente y psicológicamente, y en casos extremos son víctimas de trata y tráfico», subrayó.

En su opinión, la cultura machista es el principal causante de la violencia contra las mujeres en Honduras.

DERECHO A VOTAR

Las mujeres hondureñas también recordaron hoy el 65 aniversario de una de sus conquistas más importantes en la vida política del país: que se les reconociera el derecho a votar en las elecciones generales.

Fue el 25 de enero de 1955, durante la Administración de Julio Lozano, cuando se emitió el decreto para que las mujeres votaran, lo que pudieron hacer para elegir al presidente Ramón Villeda Morales (1957-1963), quien fue derrocado el 3 de octubre de 1963 cuando estaba por concluir su mandato.

Desde esa conquista política, el 25 de enero quedó instituido como el «Día de la mujer hondureña».