Italia abre sus fronteras con la UE para reactivar su turismo pese a la COVID

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Dos empleados toman la temperatura a los pasajeros en la Estación Centralo de Milán. EFE/EPA/CARLO COZZOLI/FOTOGRAMMA

Roma- Italia ha abierto este miércoles sus fronteras con la Unión Europea (UE) sin necesidad de cuarentenas en un intento de reactivar su turismo, que representa el 13 % del producto interior bruto (PIB) y que ha sufrido al menos 20.000 millones de euros de pérdidas como consecuencia de la crisis del coronavirus.

Coldiretti, la mayor asociación de empresarios agrícolas de Italia, calcula que entre marzo y mayo ha habido una pérdida de 20.000 millones de euros del gasto turístico en alojamientos, restauración, transporte y compras, derivado de las cancelaciones masivas por el miedo a la pandemia.

El pasado marzo, el Gobierno italiano impuso un confinamiento nacional para intentar frenar el virus y el 4 de mayo inició su desescalada que hoy ha culminado con la apertura de fronteras sin cuarentenas y la libertad de movimiento en todo el país, aunque con algunas medidas preventivas.

Este miércoles ha salido de Roma el primer vuelo directo de Alitalia a España, concretamente a Barcelona, desde que los trayectos sin escala entre los dos países quedaran interrumpidos por orden del Gobierno de Pedro Sánchez el 11 de marzo. El jueves reanudará sus conexiones con la capital española.

Un vuelo de Alitalia, en concurso de acreedores desde mayo de 2017 y a la que el Estado va a nacionalizar, ha despegado desde el aeropuerto romano de Fiumicino para conectar Italia con España.

El director de operaciones de Aeroporti di Roma, la sociedad gestora de los aeropuertos de la ciudad, Ivan Bassato, ha reconocido en declaraciones a EFE que «las condiciones actuales seguramente no permitirán gestionar los niveles de tráfico» que había el pasado junio, cuando el aeropuerto de Fiumicino recibía casi 1.000 vuelos al día «durante el pico estival, casi 150.000 pasajeros», mientras que ahora probablemente se llegará a tener unos 10.000 viajeros.

«No tenemos muchos vuelos más respecto a los días anteriores pero vemos que hay más pasajeros porque evidentemente los pasajeros pueden moverse de forma más libre. Esperamos que durante el mes de junio se produzca un incremento progresivo de estos números», ha subrayado.

Poco a poco, las aerolíneas irán retomando todas sus conexiones pasadas, a medida que el resto de países de la UE abran sus fronteras.

El objetivo primordial de Italia ahora es dar un nuevo impulso al sector del turismo para que intente recuperar las pérdidas acumuladas en lo que va de año.

Según la asociación de pymes CNA, el turismo ha sufrido una caída en la facturación de 40.000 millones de euros y del 73 % en los ingresos en el primer trimestre del año en términos interanuales.

Y es que entre marzo y mayo los aeropuertos italianos recibieron 45 millones de pasajeros menos -nacionales e internacionales- como consecuencia de las medidas de confinamiento, según cálculos de la asociación italiana de gestores aeroportuarios Assaeroporti, una cifra demoledora, teniendo en cuenta que Italia recibió 63 millones de turistas extranjeros en 2019, un 2,3 % más respecto a 2018, en cifras de la Agencia nacional del turismo ENIT.

Para incentivar el turismo nacional, Italia ha aprobado un paquete de estímulos de hasta 4.000 millones que incluye entre otras cosas subvenciones de 500 euros a familias con ingresos de hasta 40.000 euros anuales para que puedan gastar en hoteles del país durante la segunda mitad de 2020.

Desde este miércoles también está permitida la movilidad entre regiones «sin condiciones», aunque cada región puede elegir medidas para detectar posibles positivos y prevenir infecciones.

Es el caso de la región del Lacio, cuya capital es Roma, donde su presidente Nicola Zingaretti, ha firmado una ordenanza que establece controles y mediciones de la temperatura de todos los pasajeros que entren desde trenes, aviones y barcos, y a quienes superen la temperatura de 37,5 grados se les pondrá en aislamiento y se les realizará una prueba rápida de coronavirus.

Para viajar a la isla de Cerdeña los turistas tendrán que rellenar un cuestionario y se controlarán los movimientos internos, mientras que en Campania todos los viajeros se someterán a detecciones de temperatura corporal en estaciones ferroviarias y aeropuertos, y si es igual o superior a los 37,5 grados también tendrán que someterse a una prueba rápida de Covid-19. EFE