Tegucigalpa – La curva de la pandemia de COVID-19 sigue en alza en Honduras, donde la cifra de muertos ascendió a 2.222 y la de contagios a 72.675, según el Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (Sinager).
La magnitud de la pandemia en Honduras, que se comenzó a expandir en marzo, todavía no se conoce por la falta de suficientes pruebas PCR de laboratorio diarias, que siguen siendo bajas.
Esta semana el Laboratorio Nacional de Virología ha venido registrando menos de 1.000 pruebas PCR diarias, cuando se necesitan al menos 3.000, según fuentes médicas especialistas que están al frente de la pandemia.
El Sinager informó que de 665 nuevas pruebas, 369 dieron positivo, correspondiendo la mayoría, 189, al departamento de Francisco Morazán, en el centro del país, donde se localiza Tegucigalpa, la capital.
Francisco Morazán y Cortés siguen siendo los principales epicentros de la pandemia, pero el último, en el norte del país, lleva varios días sin que se procesen pruebas PCR porque el laboratorio no está funcionando por daños en algunos de sus equipos.
El Sinager registró 16 nuevos casos de fallecidos por COVID-19, con los que ya suman 2.222 en casi siete meses de pandemia.
El organismo sanitario añadió a sus estadísticas 785 personas hospitalizadas, de las que 651 presentan una condición estable, 118 graves y 16 en unidades de cuidados intensivos.
Se suman 792 pacientes recuperados, con los que la cifra ascendió a 24.022.
Sobre las pocas pruebas de laboratorio que se están procesando a nivel nacional, el presidente de la Asociación de Médicos del Instituto Hondureño de Seguridad Social (Ihss), Carlos Umaña, dijo a periodistas que eso «nos dice que seguimos dando palos de ciego».
En su opinión, las pocas pruebas PCR no reflejan la magnitud de la pandemia en el país centroamericano, donde la enfermedad se sigue expandiendo, en algunas regiones con una alta incidencia diaria. EFE