Tegucigalpa – Un total de 35.948 hondureños que fueron detenidos cuando intentaban viajar ilegalmente a Estados Unidos, México y países centroamericanos han sido deportados al país entre enero y el 6 de diciembre de este año, un 65,7 % menos con relación al mismo periodo de 2019, informó este sábado una fuente oficial en Tegucigalpa.
Los datos oficiales consultados por Efe dan cuenta de que en este año han sido deportados 68.641 hondureños menos que las 104.589 personas retornadas en el mismo periodo del año pasado.
Estados Unidos, país con el que Honduras firmó en septiembre de 2019 una serie de acuerdos para reducir la migración irregular, ha deportado este año a 13.486 hondureños, de ellos 1.524 niños y adolescentes, algunos no acompañados.
Las autoridades migratorias de México retornaron a Honduras, por vía aérea, a 13.757 migrantes hondureños indocumentados, incluidos 1.594 menores de edad.
Otros 8.072 hondureños, incluidos 1.005 menores de edad, fueron deportados también por las autoridades mexicanas vía terrestre, mientras que 633 nacionales fueron repatriados desde países centroamericanos, según el informe.
Los deportados por México representan el 60,7 % del total de casos, mientras que las deportaciones desde EE.UU. equivalen al 37,5 %.
Los menores de edad retornados en lo que va del 2020 sumaron 4.290 y representan el 12 % del total.
En Estados Unidos, según autoridades de Tegucigalpa, viven alrededor de un millón de hondureños, entre residentes legales e indocumentados, que han escapado de situaciones que afectan al país centroamericano como la violencia.
Una caravana migrante partió este jueves de Honduras con la intención de llegar, vía Guatemala y México, a Estados Unidos.
El Instituto Nacional de Migración de Honduras indicó la víspera que habían sido retornados a su país unos 70 migrantes desde Guatemala, muchos de ellos niños y adolescentes.
Los migrantes, como en otras caravanas, una modalidad que se ha venido dando desde el 13 de octubre de 2018, adujeron que pretendían abandonar su país por la falta de empleo y la violencia, flagelos que se han agudizado por la crisis causada por la pandemia del coronavirus y los efectos de las tormentas tropicales Eta e Iota, que azotaron a Honduras en noviembre.
Los indocumentados que cruzan México con rumbo a Estados Unidos están expuestos a robos, extorsiones, secuestros e incluso asesinatos por parte de bandas criminales, así como a abusos de autoridades corruptas, según fuentes oficiales. EFE
