Tegucigalpa – Larry Kelly se ganó el apodo de “Larry el Milagroso” después de sobrevivir a una larga batalla con el coronavirus, que incluyó más de 51 días utilizando un respirador.
“Prometo que nunca dejaré de pelear”
Desde ese momento, Larry Kelly fue considerado el paciente más grave en las instalaciones de Mount Sinai de Nueva York. Unos días después de ser admitido, para salvar su vida fue conectado a un respirador mecánico ya que sus pulmones colapsaron.
Al poco tiempo de estar conectado ya que en ambos pulmones sufría de una pulmonía, los doctores llamaron a sus familiares y a su esposa para desconectarlo. Su señora lo evitó después de verlo conectado a todas esas máquinas.
Además de estar en coma, tener pulmonía en sus dos pulmones, sufrió una hemorragia cerebral que cubrió todo su cerebro. Anterior a que todo esto ocurriera, Larry le envió un mensaje a su esposa que decía “prometo que nunca dejaré de pelear”.
