Estudiantes alarmados tras ser congeladas las cuentas de la universidad UCA en Nicaragua

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San José.- Organizaciones y movimientos estudiantiles de Nicaragua se declararon este jueves alarmados por el congelamiento de las cuentas bancarias a la jesuita Universidad Centroamericana (UCA) por parte del Gobierno que preside Daniel Ortega.

«Queremos expresar nuestro firme respaldo a la UCA de Nicaragua frente a las acciones represivas perpetradas por la dictadura sandinista», señalaron seis movimientos estudiantiles en un comunicado conjunto.

«Consideramos que estas medidas son una clara violación de los derechos fundamentales de los estudiantes y colaboradores, así como un intento de coartar la autonomía universitaria», agregaron.

Según esos movimientos estudiantiles, entre ellos la Alianza Universitaria Nicaragüense, «es alarmante y repudiable que la dictadura sandinista haya congelado las cuentas bancarias de la UCA, así como las cuentas de los miembros del Consejo Universitario y de algunos directores».

«Estas acciones infundadas, basadas en supuestos cargos de lavado de activos y financiamiento al terrorismo, carecen de fundamentos y son parte de una estrategia para sofocar la disidencia y silenciar las voces críticas», anotaron.

PRIMERA UNIVERSIDAD PRIVADA

Destacaron que la UCA, fundada en 1960 como la primera universidad privada en Centroamérica, «ha sido un monumento de la educación superior en Nicaragua, promoviendo la excelencia académica, la libre expresión, la justicia social y el pensamiento crítico».

«Su contribución al desarrollo social, científico y cultural del país es innegable. Congelar sus cuentas es un ataque directo a la educación y a la libertad intelectual, poniendo en riesgo la continuidad de proyectos, investigaciones y programas que benefician a toda la comunidad universitaria y a la sociedad nicaragüense en general», subrayaron.

Por tanto, esas organizaciones universitarias condenaron y rechazaron «este atropello» y exigieron «el levantamiento inmediato del congelamiento de las cuentas bancarias de la UCA y de todos los miembros afectados».

Asimismo, instaron a la comunidad internacional, a los defensores de los derechos humanos y a las organizaciones estudiantiles, a manifestar su solidaridad y a unirse en la defensa de la UCA y de la educación superior en Nicaragua.

El Gobierno de Nicaragua congeló en la víspera las cuentas bancarias de la jesuita UCA, según informaron los medios digitales Divergentes, que cita una fuente vinculada al Ministerio de Gobernación, y Confidencial, que cita fuentes vinculadas al Alma Mater.

ACOGIÓ A MILES DE MANIFESTANTES

La UCA notificó a través de un correo electrónico dirigido a sus colaboradores y estudiantes, titulado «Aviso sobre pagos correspondientes a aranceles o servicios», que «por inconvenientes en nuestros canales y medios de pagos ajenos a nuestra voluntad, no estamos recibiendo pagos correspondientes a aranceles o servicios de ninguna de las instancias de la universidad».

«Lamentamos los inconvenientes y les estaremos informando una vez sea posible procesar pagos en nuestra caja central y canales alternos», agregó la universidad jesuita.

En marzo del año pasado, las autoridades nicaragüenses excluyeron a la UCA del 6 % de asignación constitucional que reciben anualmente las universidades.

La Universidad jesuita fue escenario de decenas de marchas contra el Gobierno de Ortega, en el marco de la crisis que atraviesa Nicaragua.

También el 30 de mayo de 2018 abrió sus puertas a miles de estudiantes que buscaron refugio tras participar en una multitudinaria marcha opositora en Managua, denominada «La madre de todas las marchas», que terminó bañada de sangre, justo después de que Ortega sentenciara en un discurso ante sus seguidores que «Nicaragua nos pertenece a todos y aquí nos quedamos todos».

Además, acogió la exposición «Ama y no Olvida: Museo de la Memoria contra la Impunidad», impulsada por la Asociación de Madres de Abril (AMA), que busca recordar a los caídos durante las manifestaciones antigubernamentales en Nicaragua.

Nicaragua atraviesa una crisis política y social desde abril de 2018, que se ha acentuado tras las controvertidas elecciones generales del 7 de noviembre de 2021, en las que Ortega fue reelegido para un quinto mandato, cuarto consecutivo y segundo junto a su esposa Rosario Murillo como vicepresidenta, con sus principales contendientes en prisión.EFE