San Salvador, 17 ago (EFE).- Autoridades del Gobierno de El Salvador presentaron este lunes un protocolo con una serie de medidas de bioseguridad y de prevención que serán implementadas en la reapertura gradual del Aeropuerto Internacional Óscar Arnulfo Romero, prevista para el 4 de septiembre.
El presidente de la Comisión Ejecutiva Portuaria Autónoma (CEPA), Federico Anliker, dijo a la prensa que el protocolo fue diseñado por un equipo multidisciplinario, «acatando las recomendaciones de la Asociación del Transporte Áereo Internacional, de la Organización de Aviación Civil Internacional, de autoridades de aviación civil de El Salvador y del Ministerio de Salud».
Señaló que entre las medidas están el uso obligatorio de mascarillas para todos los que ingresen al aeropuerto, señalización en toda la terminal para el distanciamiento social, instalación de pantallas de protección en los puntos de atención y de más cámaras termográficas para detectar la temperatura temporal de las personas.
Además, Anliker apuntó que, como una medida temporal, el área de espera para pasajeros operará con una capacidad reducida al 50 % y se cerrarán las áreas públicas, de despedida y las zonas de ventas de alimentos varios.
«El aeropuerto internacional es una puerta con el mundo para vuelos comerciales de pasajeros, por eso no dudamos que la reapertura de la terminal nos permitirá contribuir con la recuperación de la economía», dijo el funcionario.
Señaló que la industria aérea «ha sido una de las más golpeada por la pandemia, por eso en el aeropuerto se han hecho las inversiones necesarias para reinvertamos y diseñar cuidadosamente todos los procesos de seguridad y medidas de prevención para la apertura gradual de las operaciones comerciales de pasajeros».
El funcionario agregó que el 4 de septiembre se restablecerán los vuelos de conexiones (pasajeros en tránsito) y se prevé que a partir del 19 de ese mes dicha terminal reciba y despache vuelos comerciales de pasajeros.
El aeropuerto internacional cerró operaciones a mediados de marzo por orden del presidente Nayib Bukele como una medida de prevención para evitar la expansión del coronavirus SARS-CoV-2
SIETE DÍAS CONSECUTIVOS DE BAJA DE CASOS
El Salvador cumplió el domingo siete días consecutivos con una disminución de contagios de COVID-19, que alcanzaron su punto más alto en la curva el 9 de agosto con 449 casos.
El presidente Bukele señaló este lunes que «existe una clara tendencia a la baja» e indicó que «mantener esta tendencia dependerá del comportamiento de los salvadoreños, debemos cumplir con las medidas de protección».
«Siete días con fuertes cambios a la baja en casos de #COVID19. Podemos afirmar, con certeza, que existe una clara tendencia a la baja», dijo.
La escalada de casos registrados desde mediados de junio es atribuida por expertos a los efectos de la tormenta tropical Amanda, que golpeó al país a comienzos de ese mes y obligó a la evacuación de algunas comunidades.
Según datos del Ministerio de Salud, hasta el domingo en el país centroamericano se registran 23.193 contagios, de los que 11.598 casos están activos, 618 personas han fallecido y 10.977 fueron dadas de alta.
El Salvador se prepara para reactivar la economía el 24 de agosto tras un fallo de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) que declaró ilegal un decreto del Gobierno que contenía el plan de reapertura.
Los magistrados señalaron que la norma limitaba derechos constitucionales sin la aprobación legislativa, por lo que llamaron al Ejecutivo de Bukele y a la Asamblea Legislativa a consensuar un ley que regule estos aspectos.
Sin embargo, lo anterior no fue posible y los constantes choques entre el mandatario y los diputados del Parlamento, de mayoría opositora, han dejado al país sin una ley regule las medidas sanitarias para contener el avance del virus.