San Salvador – El Gobierno de El Salvador elevó este domingo de verde a amarilla la alerta a nivel nacional por la posibilidad de aumento de lluvias debido al huracán Iota, que se acerca a Nicaragua y Honduras, países azotados hace poco por otro ciclón.
«Debido a la rápida evolución de Iota, convertida esta madrugada en huracán, he instruido declarar alerta amarilla (vigilancia) a nivel nacional, inmediatamente», dijo el titular del Ministerio de Gobernación y presidente de la Comisión Nacional de Protección Civil, Mario Durán, en Twitter.
Señaló que todos los equipos del Sistema Nacional de Protección Civil «deben de estar preparados» e indicó que recomendó al ministro de Agricultura, Pablo Anliker, que las actividades de pesca, tanto artesanal y deportivas, sean restringidas a partir del lunes y hasta nuevo aviso, como una medida de prevención.
«Debemos velar por la seguridad de nuestros pescadores», agregó.
Debido a la permanencia de lluvias, El Salvador se encontraba en alerta de prevención (verde) desde el pasado miércoles, tras permanecer el alerta máxima (roja) por las lluvias generadas por la tormenta Eta, que dejó un fallecido y más de 2.200 albergados.
Las constantes lluvias de fuertes a moderada registradas en el país han saturado el territorio de humedad, por lo que las autoridades advierten la posibilidad de deslizamientos de tierra.
De acuerdo con el Centro Nacional de Huracanes (NHC), Iota, que esta madrugada se intensificó hasta convertirse en huracán, se acerca este domingo hacia Nicaragua y Honduras, países azotados hace poco por otro ciclón y que ahora se alista para recibir el impacto de lo que en las próximas horas puede llegar a ser un huracán mayor de categoría 4.
Iota presenta vientos máximos sostenidos de 90 millas por hora (150 km/h) pero los meteorólogos del NHC vaticinan que para cuando se acerque a las costas de Nicaragua y el noreste de Honduras, posiblemente la noche del lunes, sea un huracán mayor, es decir de grado 3 o más en la escala Saffir-Simpson (de un máximo de 5)
La isla de Providencia, en el Mar Caribe, y una franja costera que va desde Sandy Bay Sirpi, en Nicaragua, hasta la hondureña Punta Patuca, están bajo aviso de huracán, y donde se esperan «vientos catastróficos», fuertes lluvias y marejada ciclónica.
Queda hasta el 30 de noviembre para que se acabe oficialmente la temporada de huracanes en el Atlántico. EFE