Washington, 11 feb (EFE).- El Gobierno de Estados Unidos calificó este martes como «inaceptable» la irrupción de tropas armadas junto al presidente Nayib Bukele en la Asamblea Legislativa de El Salvador, al asegurar que «viola la separación de poderes en las instituciones democráticas» del país centroamericano.
«La entrada de tropas en el legislativo de El Salvador fue inaceptable y viola la separación de poderes de la instituciones democráticas del país», indicó a Efe un portavoz del Departamento de Estado, quien pidió mantener el anonimato.
«Hemos comunicado este mensaje al Gobierno salvadoreño», informó el funcionario, en lo que supone la primera reacción de ese país a la crisis política desatada por esa acción.
Asimismo, subrayó el respaldo de EE.UU. «a la democracia, el Estado de derecho -incluida la separación de poderes- y el fortalecimiento de las instituciones democráticas en El Salvador».
Por ello, el funcionario instó «a todas las partes a trabajar conjuntamente para encontrar una solución coherente con la Constitución de El Salvador mientras el país trata de acordar decisiones sobre cómo mejorar la seguridad e impulsar el crecimiento económico».
La Corte Suprema y el Congreso de El Salvador intensificaron sus esfuerzos este lunes para hallar una salida pacífica a la crisis en el país, después de que el presidente Bukele irrumpiera en el Parlamento escoltado por militares, acto que los diputados consideraron un «intento de golpe de Estado».
Luego de que Bukele ingresará el domingo al Congreso con militares y policías armados con fusiles de asalto para exigir la aprobación de un polémico préstamo que financie un plan de seguridad contra las pandillas, el tribunal ordenó al mandatario abstenerse de usar al Ejército en actividades que pongan en riesgo el sistema constitucional.
La reacción del alto tribunal fue celebrada por los diputados con gritos de «¡Viva la democracia», durante una sesión extraordinaria que se instaló para aprobar un pronunciamiento ante lo sucedido, un hecho inédito tras décadas de dictaduras militares y una guerra civil de 12 años (1980-1992).