Tegucigalpa – El director del Instituto Nacional Penitenciario (INP), Ramiro Muñoz, anunció este lunes una nueva estrategia de reestructuración carcelaria que incluye el traslado de integrantes de las pandillas Mara Salvatrucha (MS-13) y Barrio 18 a centros penitenciarios distintos, con el objetivo de evitar enfrentamientos y avanzar en la reinserción de los privados de libertad.
Muñoz explicó que el enfoque consiste en concentrar a cada organización criminal en un solo centro penitenciario, separando internamente a los cabecillas de la población común dentro del mismo grupo. “Si en La Tolva está la MS con sus cabecillas y el resto de su población, y en Támara está la 18 con igual distribución, entonces no habría necesidad de meter armas ni sobornar a nadie. Si alguien lo hace, es porque busca un enfrentamiento con la autoridad, no porque se esté defendiendo de otra organización”, afirmó.
El funcionario recordó que esta medida está respaldada por el decreto de emergencia (PCM) que autorizó la intervención del sistema penitenciario. “Se nos instruyó llevar a cabo un proceso de reinserción, reeducación de los privados de libertad, aparte de tomar el control y mejorar la infraestructura del sistema penitenciario”, subrayó.
Muñoz también denunció el deterioro de la infraestructura existente, señalando que La Tolva no contaba con un módulo funcional de máxima seguridad, mientras que el edificio en Támara, históricamente escenario de enfrentamientos, se encontraba en malas condiciones. “Lo único que existía era un edificio en Támara donde históricamente se han dado enfrentamientos entre estas organizaciones criminales por estar uno frente al otro”, dijo.
Como parte del plan, el INP ha iniciado mejoras estructurales en varios centros penales. “Se mejoró el módulo en El Porvenir de La Ceiba, se construyó uno en La Tolva, se están haciendo maravillas en Siria y también se ha intervenido el de máxima seguridad en Támara”, detalló.
El director del INP enfatizó que la meta es terminar con las cárceles convertidas en zonas de guerra y transformar el sistema en un espacio de verdadera rehabilitación social.