Día negro para Zidane

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El entrenador del Real Madrid, Zinedine Zidane.. EFE/ Juanjo Martín SPAIN SOCCER UEFA CHAMPIONS LEAGUE:epa08027468 Real Madrid's head coach Zinedine Zidane reacts before the UEFA Champions League group A soccer match between Real Madrid and Paris Saint-Germain at Santiago Bernabeu in Madrid, Spain, 26 November 2019. EPA/JUANJO MARTIN

Madrid – Zinedine Zidane fue encadenando este jueves noticias negativas. De golpe pierde a tres titulares: Eden Hazard, Marcelo y Gareth Bale. La mejoría de su Real Madrid se examina con un control de calidad a la segunda unidad ante rivales de la entidad de Valencia y Barcelona, en un clásico aplazado al que ahora llegará más mermado que su eterno rival.

Hazard no ha soltado las muletas desde que su compatriota Thomas Meunier lo cazase en el duelo europeo ante el PSG. Cuando volaba. En el momento que ya mostraba su verdadera dimensión. Adaptado al fútbol español y a sus nuevos compañeros.

En el momento en el que el madridismo comenzaba a disfrutar de su nuevo referente llegó una lesión que encendió las alarmas esa noche en el Santiago Bernabéu, se apagaron con las primeras pruebas que dejaban un tiempo de baja menor de 10 días y finalmente han sonado con estruendo con la realidad. El astro belga sufre una microfisura en el tobillo derecho que se ha visto cuando desapareció el edema del golpe. Lo que era para 10 días se convierte en una baja para lo que resta de año y con el objetivo de que pueda estar en el nuevo formato de la Supercopa de España que se estrena en enero.

La mala noticia para Zidane, que ha recuperado a Isco Alarcón y confía ahora en que tenga continuidad el rendimiento de un jugador que ha pasado un año en las sombras, no llegó sola. Las pruebas a las que se sometía Marcelo sacaban a la luz su cuarta lesión del curso. En apenas cuatro meses. Paso al francés Ferland Mendy, puro físico para el clásico del Camp Nou pero menos calidad que el brasileño en fase ofensiva. Sus centros provocan las bromas del vestuario. En la cena del amigo invisible recibió un ladrillo de sus compañeros.

El día se cerró con Gareth Bale y una situación que no sorprende a Zizou. Lo esperaba. El extremo forzó para regresar con su selección. Gales se jugaba estar en la Eurocopa 2020 y reapareció directamente, sin escuchar los consejos de su club. A la vuelta participó en dos partidos saliendo desde el banquillo, sintiendo la crispación de la afición madridista por su comportamiento y una bandera con un lema que ofendió. Con su primera titularidad, en Vitoria, volvió a sufrir un pequeño problema, un edema, que invita a no forzar mirando su historial.

Otro parón cuando en los planes de Zidane, que lo ha defendido de lo indefendible públicamente, consciente de la necesidad que tiene de su mejor versión, pasaban por darle la titularidad en el tridente ofensivo. Pero con Bale nunca se puede planificar. Todo cambia de un día para otro según sus sensaciones. Desde el club aseguran que no hay lesión muscular y es poca cosa. De momento descansará ante Espanyol y Brujas. Se le probará para que reaparezca en Mestalla y pueda estar en buenas condiciones para el clásico del 18 de diciembre.

El plan de ruta hacia el clásico cambia para Zidane. La opción de apostar por un 1-4-4-2 comienza a tener más fuerza por las circunstancias. Así pasó por encima del PSG, con un poderío físico en el centro del campo difícil de igualar gracias al despliegue de Fede Valverde.

La figura de Isco vuelve a escena cuando ya pocos confiaban en su resurrección y futbolistas como Rodrygo, Luka Jovic y Vinicius tendrán la oportunidad de brillar ante Espanyol y Brujas para demandar un hueco por decidir para Mestalla y el Camp Nou.