Tegucigalpa.- Un informe del Proyecto Prodefensoras Honduras visibiliza los riesgos que presenta Honduras para las mujeres defensoras de Derechos Humanos (DD. HH.), en los departamentos de Atlántida, Colón, Intibucá, La Paz, Lempira y Santa Bárbara.
El Comisionado Nacional de Derechos Humanos (Conadeh) dice que la situación para las defensoras de la tierra, territorio y medio ambiente se profundiza dado que enfrentan un triple riesgo: ser mujeres, rurales y étnicas.
«Cuatro de cada 10 denuncias que presentan las mujeres defensoras de derechos humanos, establecen que, fueron agresiones directas de la policía y en ocasiones de manera conjunta con miembros del ejército», señala el Conadeh.
Quienes agreden y violentan los derechos operan tanto en el ámbito público como en el privado.
En esa lista incluye a fuerzas de seguridad, gobiernos locales, empresarios, familiares, parejas, exparejas e incluso defensores que no las reconocen como iguales y las desacreditan.
Campea impunidad
La impunidad generalizada y la falta de datos precisos y actualizados son dos desafíos significativos en el abordaje de la violencia contra las defensoras de DDHH en Honduras.
“La impunidad perpetúa la violencia contra ellas al no proporcionar consecuencias legales significativas a los agresores”, denuncia el Conadeh.
Ante la falta de respuesta del Estado, las defensoras de los derechos humanos continúan demostrando resistencia, se apoyan mutuamente y exigen justicia.
En el 2021, se estima que 209 personas defensoras de los derechos humanos interpusieron denuncias, de las cuales 67, fueron objeto de ataques y amenazas.
Un año después, 191 defensores de derechos humanos reportaron ser agredidos, de ellos, 50 son mujeres defensoras.
Informes de la Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos (RNDDH) revelan que los años 2016 y 2017 fueron los más violentos para las defensoras.
Se reportaron en ese período 1,230 agresiones y cinco femicidios.
