Cuatro claves del nuevo escenario en la crisis política y social en Bolivia

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Un grupo de policías se repliega este sábado a su unidad en la ciudad de Oruro (Bolivia). EFE/Emilio Castillo

La Paz – El presidente de Bolivia, Evo Morales, anunció este domingo nuevas elecciones, tras un informe de la OEA que recomienda repetir los comicios por graves irregularidades, mientras la oposición insiste en que la única salida a la crisis en el país es que el mandatario renuncie.

Evo Morales compareció durante apenas tres minutos sin dar opción a preguntas de los medios y sin citar a la Organización de Estados Americanos (OEA), limitándose a anunciar nuevos comicios, sin fecha, y con un órgano electoral distinto al ahora cuestionado por fraude.

QUÉ ESTABLECE LA NORMATIVA DEL ÓRGANO ELECTORAL

Morales dijo escuetamente que decidió convocar una nueva cita en las urnas con un nuevo Tribunal Supremo Electoral, para «pacificar» el país, inmerso en una grave crisis desde los comicios del 20 de octubre, con al menos tres fallecidos y 384 heridos en choques entre afines y contrarios al mandatario.

A partir de que los seis miembros que quedan del tribunal electoral, porque el séptimo renunció al iniciarse esta crisis, sean formalmente cesados, es el Parlamento del país el que tiene que iniciar el proceso para renovar seis de sus siete integrantes.

La Asamblea Legislativa de Bolivia tiene que elegir por dos tercios de los miembros presentes a seis de los integrantes, mientras el jefe de Estado nombra al séptimo.

La normativa establece para ello un máximo de 55 días, pero aún no consta que el actual tribunal haya sido formalmente cesado, más allá del anuncio del presidente.

Ese nuevo órgano electoral será el que tenga que convocar otros comicios.

LA OPOSICIÓN INSISTE EN LA RENUNCIA DE MORALES

La oposición y los comités cívicos no aceptan nuevas elecciones con Morales, al que ya en la cita con las urnas del 20 de octubre consideraban un candidato ilegal.

El presidente lleva en el poder desde 2006, es el mandatario con más tiempo en la Presidencia en la historia de Bolivia y su actual mandato es hasta el 22 de enero de 2020.

La Constitución que el mismo Evo Morales promulgó en 2009 establece que solo son posibles dos mandatos seguidos y en 2016 un referéndum le negó la posibilidad de presentarse a un cuarto.

Pero el Tribunal Constitucional falló que el primero no contaba, porque el país se refundó de República a Estado Plurinacional, y después determinó el derecho a la reelección indefinida, por lo que pudo presentarse para un tercero y luego para este cuarto.

Los opositores aún no han dado una respuesta convincente a la pregunta del presidente de por qué fueron a las elecciones si consideran ilegal su candidatura.

El líder cívico Luis Fernando Camacho, erigido en la voz opositora más relevante, exige la renuncia de Morales, para dar paso a un Gobierno de transición, y no solo un nuevo tribunal electoral, sino también la renovación del Supremo, el Constitucional y el Parlamento.

El expresidente Carlos Mesa, que quedó segundo tras Evo Morales en las elecciones, considera al presidente inhabilitado para postular de nuevo a unos comicios.

Incluso organizaciones hasta ahora incondicionales al presidente, como la Central Obrera Boliviana, se suman a los pedidos de renuncia.

EL INFORME DE LA OEA QUE DIO PIE A ESTE NUEVO ESCENARIO

Este nuevo escenario se precipitó después de que a primera hora del día la OEA reveló que había detectado irregularidades «muy graves» en las elecciones, como una importante manipulación en el sistema informático de trasmisión y cómputo de resultados.

Fue un repentino cambio en el recuento provisional el que desató las sospechas de fraude, porque en la noche tras las votaciones se encaminaba a una segunda vuelta entre Morales y Mesa, estuvo parado casi un día y de pronto pasó a dar el triunfo en primera ronda al mandatario.

«El equipo auditor no puede validar los resultados de la presente elección, por lo que se recomienda otro proceso electoral», señala el organismo internacional.

LAS PROTESTAS NO VAN A CESAR DE MOMENTO

Miles de mineros, universitarios, simpatizantes de comités cívicos y otros sectores se dirigen en caravanas de autobuses desde varias partes del país hacia La Paz para apoyar a Luis Fernando Camacho.

Una de las caravanas fue recibida a tiros en esta jornada, con un número indeterminado de heridos, al parecer por afines al mandatario, mientras que el sábado hubo más de treinta personas heridas en un ataque a otra flota de autobuses.

Camacho tiene previsto este lunes acudir a la sede del Gobierno con el objetivo de entregar en mano a Morales un escrito para que firme su renuncia, arropado por estos miles de seguidores.

El cordón policial que rodeaba la sede es mucho menor que días atrás, después de que los policías en La Paz se unieran a los del resto del país en una serie motines y en su mayoría se replegaran a sus comisarías.