Arzobispo de San Pedro Sula critica a políticos hondureños: «Merecemos un mejor gobierno»

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Tegucigalpa.- El arzobispo de San Pedro Sula, monseñor Miguel Lenihan, expresó su profunda decepción con la clase política hondureña, otorgándoles una calificación baja por su desempeño y llamando a un cambio urgente en el estilo de gobierno.

Monseñor Lenihan, quien lleva casi cuatro décadas viviendo en Centroamérica, afirmó que los políticos han defraudado las expectativas de la ciudadanía con promesas vacías y falta de cumplimiento. En una rueda de prensa, declaró: «Los políticos nos han decepcionado desde los más altos hasta los más pequeños. A veces es una decepción, esperamos grandes cosas con las elecciones, había una gran esperanza, pero poco a poco estamos perdiendo esta esperanza».

Cuando se le preguntó qué calificación daría a los políticos, el arzobispo, cuidadoso de su papel, respondió: «No soy bueno como miembro del jurado, pero yo doy 3 o 4, tal vez, a los políticos, así que están aplazados». Subrayó que como extranjero viviendo en Honduras, su deber es escuchar y que el pueblo hondureño merece políticos más comprometidos.

En un tono crítico hacia el comportamiento del Gobierno, monseñor Lenihan instó a un cambio en su estilo y entrega hacia el pueblo: «Los hondureños son personas nobles y merecen un mejor Gobierno».

El líder de la iglesia católica sugirió a los políticos que abandonen las formalidades y trabajen con más empatía. «Los diputados que llegan solo vestidos con saco y corbata al Congreso Nacional deberían quitarse el saco, arremangarse la camisa y trabajar por el pueblo que los eligió confiando en ellos», agregó.

Con optimismo, monseñor Lenihan concluyó su declaración deseando una transformación en el corazón de los políticos: «Espero que el Emmanuel renazca en sus corazones y que pongan de su parte para que haya conversión. Se necesita que los políticos trabajen con alma y corazón para poder solucionar muchos problemas de violencia y hambre que hay en Honduras».

La declaración del arzobispo resuena en un momento clave, cuando la población hondureña espera soluciones a los desafíos sociales y económicos que enfrenta el país.