Tegucigalpa.-El árbitro sampedrano Marlon Díaz, abandonó el país tras recibir amenazas de muerte, por no beneficiar a un equipo de fútbol en una final de liga de ascenso, según confesó en una entrevista.
«Esto viene desde el juego de ascenso entre Victoria y Olancho FC realizado en mayo pasado en La Ceiba, donde previo al partido recibí una llamada donde me pedían que favoreciera al equipo visitante. Posteriormente al llegar a La Ceiba volví a recibir llamadas, esta vez de otros números, pero no las contesté.
El partido favoreció al local 4-1, lo que provocó el ingreso de los aficionadas a la cancha y allí mismo también directivos del equipo olanchano, específicamente el hijo del pastor Samuel García, me agredieron y dijeron palabras hirientes como «te cagaste, hdp, tras golpearme la cara , dándome a entender que por mi culpa no habían podido ganar y ascender a la Liga Nacional», denunció.
Este hecho se lo informó a los dirigentes de la Comisión de arbitraje y FENAFUTH, pero no actuaron.
«Yo denuncié él hecho ya que tuve que llamar al comisario de seguridad para poder salir del partido, el mayor Saúl Bueso, quien nos facilitó policías para protegernos y poder abandonar la instalación, evitando cualquier percance posterior», agregó.
Lo que parecía había concluido se agravó recientemente ya que previo a las finales del torneo Apertura del ascenso también fue amenazado: «llegaron dos personas a mi negocio preguntando por mi, yo no quise confirmar quién era por miedo, pero ellos me dijeron claramente que cuidadito aceptaba ir a dirigir el juego de la final en Olancho, es mejor que no vayas porque no salís vivo, ya que sabían que era candidato lógico por mi experiencia y por que he estado en varias finales», dijo entre lágrimas.
Debido a lo anterior presentó la denuncia respectiva a la DPI, detallando quienes eran los posibles agresores, en donde los policías le recomendaron no aceptar nombramientos por seguridad propia y la de sus familiares.
«Tuve que poner la denuncia e irme del país, yo no acepto sobornos de nadie, mi vida en el arbitraje desde el 2008 que debuté ha sido limpia y no la voy manchar, pero también cuido mi integridad física y la de mi familia», dijo previo a marcharse en forma definitiva del país.
El árbitro hondureño junto a su familia abandonaron el país hace algunos días, pero dejó constancia a través de la entrevista del colega Navarrete que todavía hay equipos que hacen presiones para ganar campeonatos, algo que ya saben las autoridades del fútbol, pero que por temor no se pronuncian, ni hacen nada sobre el particular.