Tegucigalpa.- Autoridades de la Región Sanitaria de la zona sur de Honduras, confirmaron en las últimas horas la detección de 16 casos de la enfermedad de hansen o lepra, por lo que piden a las autoridades centrales apoyo para buscar otras posibles infecciones.
“El programa de lepra estaba casi abandonado casi por tres años, esto por el tiempo de la pandemia del covid-19, es una enfermedad desatendida y tiene poco apoyo”, informó el doctor Medardo Rodríguez Pino, del Programa Nacional de Lepra.
Rodríguez dijo que los 16 casos de lepra fueron detectados en los últimos días, lo que causa alarma, ya que en los últimos siete años solo se habían registrado 18 infecciones a nivel nacional.
Por lo anterior, el Programa pide apoyo a las autoridades sanitarias centrales para que les asignen recursos con el fin de buscar más infecciones.
El galeno dijo que, entre otros recursos, necesitan un vehículo, a fin de que personal sanitario de Choluteca se movilice por zonas remotas para buscar casos de lepra.
“No nos podemos quedar así, hay que buscar ayuda, nos asignaron el programa y hay que dar resultados”, indicó el doctor Rodríguez a medios nacionales.
Además, Rodríguez no descartó que haya casos de lepra en ciudades como Tegucigalpa y San Pedro Sula, por lo que se les debe dar seguimiento.
El galeno indicó que hay pacientes que sufren de lepra de todas las edades, incluso, desde los 13 años.
En los últimos siete años, el programa de Salud registró 18 casos de lepra, sin embargo, este 2023 reporta 16 más solo en Choluteca.
La enfermedad de Hansen o de lepra es una afección infecciosa crónica curable que provoca, principalmente, lesiones en la piel y daños en los nervios. Afecta principalmente a la piel, los ojos, la nariz y los nervios periféricos y los síntomas incluyen lesiones claras o rojas en la piel, sensibilidad reducida y entumecimiento en las manos y los pies.
La lepra puede curarse en un plazo de entre seis y doce meses con un tratamiento compuesto por varios medicamentos.
El tratamiento terapéutico contra la lepra es con tres medicamentos: dapsona, rifampicina y clofazimina, cuya administración combinada se conoce como tratamiento multimedicamentoso o politerapia.
En Honduras el tratamiento comenzó a aplicarse en 1982, según las autoridades sanitarias, que con apoyo de la OPS/OMS buscan erradicar la enfermedad en 2030.
