José Heriberto Montenegro Matamoros, el padre que disparó y mató a un supuesto sicario tras creer que había asesinado a sus hijas, relató su versión de los hechos ante los medios de comunicación, describiendo una escena marcada por el terror y el impulso de protección.
El incidente ocurrió el martes 24 de junio, cuando Óscar Eduardo Hernández Servellón, de 21 años, atacó a balazos un vehículo en el que viajaban las dos hijas de Montenegro junto con Edwin David Osorio Sevilla, supuesto objetivo del atentado. Ambas jóvenes resultaron heridas.
José Heriberto recibió una llamada que le informó que sus hijas estaban muertas. “Solo recibí la llamada, me dijeron el problema y agarré la moto. Desde el momento en que me dicen que mis hijas están muertas, yo tengo que salir armado porque no sé cómo voy a enfrentar”, expresó conmovido.
Al llegar, vio a sus hijas ensangrentadas. Según su testimonio, en ese momento perdió el control y no recuerda con claridad lo que sucedió después. “De ahí para allá no sé explicarle cómo sucedieron las cosas. No sé darle una explicación porque la verdad no me recuerdo nada”, dijo.
Tras el hecho, fue capturado por la Policía Nacional y actualmente enfrenta un proceso judicial por el delito de homicidio, bajo la medida cautelar de arresto domiciliario.
Montenegro asegura que no es una persona violenta, que jamás tuvo problemas legales y que actuó bajo el instinto de protección. “Somos una familia muy tranquila. Jamás pensé estar yo en este problema”, dijo, señalando que teme por su seguridad y la de sus hijas tras el incidente.
