Tegucigalpa.- Elementos de la Policía Nacional y un juez ejecutor realizan, la mañana de este miércoles, el desalojo de unas 50 familias de la comunidad indígena lenca que ocupan los predios de la zona conocida como Las Tierras del Padre, en el Tizatillo, salida al sur de la capital hondureña.
– Muchos de los habitantes han dicho que solo muertos los sacarán de sus viviendas.
– El empresario Mario Facussé dice que nunca le han permitido dialogar para buscar una salida a la problemática.
Durante el desalojo los pobladores se enfrentaron a los uniformados. Hubo empujones, gritos de desesperación y enfrentamientos. Decenas de mujeres, padres de familia y niños lloraban desconsolados al ver las acciones de los cuerpos de seguridad.
El grupo nutrido de agentes antimotines de la Policía rompieron el cerco humano y se dirigieron a las viviendas ubicadas en esa zona denominada Las Tierras del Padre.
Entre lágrimas varias mujeres jefas de hogar, lamentaron que los despojen de los predios que ocuparon en los últimos años. Niños con mochilas en hombros y con sus mascotas abandonaban las viviendas ante las acciones de los operadores de justicia.
Defensores de derechos humanos se trasladaron al lugar para velar por el respeto por parte de las autoridades a los pobladores indígenas de la comunidad lenca.
La versión del presunto dueño de las tierras
El empresario Mario Facussé, relató que compró las tierras desde 1993, pero las mismas fueron invadidas en 2004 y desde ese momento han estado en litigio en los tribunales de la República.
“Ellos, se refiere a los pobladores, nunca han presentado ningún tipo de documento y solo alegan que poseen un título ancestral”, contó.
En el lugar viven unas 50 familias, las que son azuzadas por 10 familias que se dedican a invadir de oficio.
Facussé detalló que se trata de 10 mil hectáreas con una porción aproximada de 322 manzanas que adquirió a una inmobiliaria de inversiones.
Alegó que las tierras son de naturaleza jurídica privada y que siempre ha querido dialogar con los pobladores para ver qué soluciones se pueden buscar, pero nunca le han permitido ingresas a los predios.
“Se trata de personas hostiles que nunca han querido dialogar para buscar una salida”, dijo.
El empresario reveló que tiene varios meses diciéndoles a los pobladores que se prepararan para desalojar pacíficamente la zona y que sacaran sus pertenencias antes de meter el tractor.
Concluyó que tiene un proyecto para construir 10 mil viviendas en la zona e incluso había conseguido financiamiento de Asia, pero que ya lo perdió por la situación que ahí se vive.
