Tegucigalpa– En un nuevo episodio de confrontación política, la ex primera dama y precandidata presidencial del Partido Nacional, Ana García Hernández, desató una nueva polémica al publicar un análisis extenso sobre el famoso «narcovideo». El video, que muestra una reunión de 2013 entre Carlos Zelaya, hermano del expresidente Manuel Zelaya, y un grupo de narcotraficantes, ha sido fuente de especulación política desde su aparición.
En su publicación, García acusó al Partido Libertad y Refundación (Libre) de mantener vínculos con el narcotráfico, sugiriendo que los miembros de este partido estarían conspirando para crear una Constituyente que favoreciera los intereses de grupos criminales. Además, vinculó a Libre con la «narcodictadura» de Nicolás Maduro y criticó los cuestionamientos sobre las extradiciones y la influencia del narcotráfico en la política hondureña.
Sin embargo, el comunicador especializado en narcotráfico, Jeff Ernst, no tardó en responder de manera contundente. En un hilo de 11 mensajes en redes sociales, Ernst acusó a García de manipular el video con fines tendenciosos, asegurando que lo que realmente muestra es la relación del narcotráfico con los tres principales partidos políticos de Honduras, no solo con el Partido Libre, como sostiene García.
Según Ernst, la ex primera dama no estaba «descifrando» el video, sino «inventando» una narrativa a su favor. «El video no es una prueba exculpatoria para Juan Orlando Hernández, como sugiere García. Si tuviera algo que favoreciera al expresidente, sus abogados lo habrían presentado durante el juicio», expresó Ernst.
El comunicador también destacó que el video evidencia cómo el narcotráfico ha permeado la política hondureña en su conjunto, independientemente del partido de turno. En este sentido, Ernst cuestionó las habilidades de García para interpretar el video, sugiriendo que su análisis estaba más orientado a atacar a sus rivales políticos que a realizar una reflexión objetiva sobre los hechos.
Este enfrentamiento ha avivado la tensión política en Honduras, con cada uno de los protagonistas utilizando el video para reforzar su narrativa. Mientras García lo utiliza para señalar al Partido Libre, Ernst lo defiende como una muestra de la infiltración del narcotráfico en la política del país en general, dejando en evidencia la corrupción y podredumbre que afecta a todos los actores políticos.