Tegucigalpa.- En medio del juicio por narcotráfico contra el expresidente Juan Orlando Hernández en la Corte Sur de Nueva York, Estados Unidos, el expresidente Porfirio Lobo Sosa (2000-2004) reaccionó a los señalamientos desde el banquillo de testigos con una contundente declaración: «Ahora todos estamos en el pozo».
Lobo Sosa, quien ocupó la presidencia antes de Hernández, advirtió sobre las consecuencias de lanzar acusaciones sin considerar las posibles repercusiones para uno mismo. «Desde que el oficialismo empezó con la campaña de los 12 años de narcodictadura, yo les dije que no había que andar tirando piedras, porque uno nunca sabe cuál de esas piedras que tira a uno mismo le puede caer», afirmó.
El exmandatario señaló que, aunque la Constitución garantiza el derecho a ser considerado inocente hasta que se demuestre lo contrario en un juicio, el clima político actual en Honduras está plagado de acusaciones y señalamientos. «Ya hoy, todos los líderes de todos los partidos estamos en el pozo», declaró.
En un giro sorprendente, Lobo Sosa mencionó que los señalamientos no solo afectan a dirigentes del Partido Nacional, al cual él pertenece, sino también a miembros destacados del Partido Liberal y de Libertad y Refundación (Libre). En particular, mencionó a Manuel Zelaya, ex presidente y actual asesor presidencial, así como a su hermano y hijo, Carlos Zelaya y Héctor Zelaya Castro, respectivamente.
Uno de los momentos más impactantes del juicio fue cuando un testigo de la Fiscalía de Estados Unidos nombró a la empresa «Graneros Nacionales» como presunta fuente de financiamiento para los exmandatarios hondureños. Según el testimonio, la empresa habría entregado 250 mil lempiras a los tres exmandatarios, dinero que se sospecha proviene de actividades relacionadas con el narcotráfico.
En medio de estas revelaciones, Lobo Sosa advirtió a los líderes políticos que se jactan de pureza, recordándoles que la realidad puede ser diferente. «Andan hablando de pureza y cuando menos acuerda le sale el tigre», advirtió, haciendo hincapié en la importancia de la prudencia y la responsabilidad en el discurso público y político.
El juicio contra Juan Orlando Hernández continúa generando repercusiones en Honduras, sacudiendo los cimientos políticos del país y arrojando luz sobre posibles conexiones entre el poder político y el narcotráfico en la nación centroamericana.
