Washington, 6 feb (EFE).- La presidenta de la Cámara de Representantes de EE.UU., Nancy Pelosi, acusó este jueves al presidente Donald Trump de usar el Congreso como el «escenario de un reality show (programa de telerrealidad)» a la vez que apuntó que llevará «por siempre la cicatriz» de haber sido imputado políticamente.
«Usó el Congreso de EE.UU. como escenario de un programa de telerrealidad (…) Estaba en un estado mental que no tenía contacto alguno con la realidad», afirmó Pelosi en una rueda de prensa, tras la polémica por el discurso sobre el Estado de la Unión que pronunció el martes el mandatario.
En un sorprendente gesto de desprecio, Pelosi rompió este martes su copia del discurso que acababa de pronunciar Trump, poco después de que algunos de sus compañeros de partido le abuchearan e incluso se marcharan del Congreso.
Para la líder demócrata, las palabras del mandatario ante el Congreso fueron «un manifiesto de falsedades».
También se refirió a la absolución de Trump este miércoles en el juicio político en su contra acusado de abuso de poder y obstrucción al Congreso, proceso iniciado precisamente por Pelosi en la Cámara de Representantes en diciembre.
«Está imputado políticamente para siempre, no importa lo que diga o los titulares que muestre. Está imputado para siempre. Nunca se va a sacar esa cicatriz y la historia siempre le recordará que fue imputado por socavar la seguridad de nuestro país», aseveró la veterana política demócrata.
Por su parte, Trump aseguró que el proceso de destitución ha sido un «terrible calvario» puesto en marcha por «gente muy corrupta» y que ha hecho «mucho daño» al país.
Tras más de cuatro meses de un proceso iniciado en septiembre pasado, cuando se abrió la investigación para un juicio político, el guión se cumplió según lo esperado y los senadores, que hicieron de «jurado» del «impeachment», exoneraron a Trump.
Primero votaron sobre la acusación de abuso de poder, donde un total de 52 legisladores declararon «no culpable» al presidente, frente a otros 48 que lo consideraron «culpable».
Tan solo un republicano votó «culpable» en el caso de esta acusación: Mitt Romney, que representa al estado de Utah, y se convirtió en el primer senador en la historia del país en apoyar la destitución de un presidente de su mismo partido en un juicio político.
Sobre la segunda de las acusaciones, la de obstrucción al Congreso, un total de 53 legisladores -todos republicanos- resolvieron que Trump era «no culpable», frente a 47 -todos demócratas- que lo vieron «culpable».