La violencia juvenil volvió a estremecer a Honduras este domingo, al confirmarse la muerte del tercer estudiante sampedrano que fue raptado el viernes mientras se dirigía a realizar tareas grupales junto a sus compañeros.
La tragedia, ocurrida en uno de los sectores de San Pedro Sula, fue calificada como una “nueva masacre” por el presidente del Comité para la Defensa de los Derechos Humanos en Honduras (CODEH), Hugo Maldonado. El defensor señaló que este crimen pone en evidencia la grave situación de inseguridad que afecta especialmente a los jóvenes del país.
“La situación de la seguridad pública es un problema crítico. Hay sectores en la costa norte y otras zonas del país donde los habitantes no pueden ni siquiera cruzar de una colonia a otra por temor a la violencia”, advirtió Maldonado.
El presidente del CODEH urgió a las autoridades a revisar y fortalecer las políticas de seguridad, al tiempo que hizo un llamado a los padres de familia a involucrarse más en la vida cotidiana de sus hijos, como medida preventiva frente al crimen organizado y la inseguridad que azota a las comunidades.
Los cuerpos de los tres estudiantes fueron hallados sin vida en diferentes puntos de la ciudad, causando indignación y profundo dolor en la sociedad hondureña. La comunidad educativa, organizaciones de derechos humanos y la ciudadanía exigen justicia inmediata y medidas urgentes que protejan la vida de la juventud.
