Los bolivianos siguen divididos, un mes después de la salida de Morales

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Una ciudadana aimara boliviana que camina frente a un mural artístico con referencia a los pueblos indígenas y a la paz el 10 de diciembre de 2019, en La Paz (Bolivia). EFE/Martín Alipaz

La Paz – Después de un mes sin Evo Morales y tras vivir «semanas de terror» por las constantes revueltas, los bolivianos perciben que la calma vuelve poco a poco a las calles, aunque se dividen entre quienes piensan que sería un «error» que retorne al país y quienes esperan su retorno.

La mayoría de bolivianos consultados por Efe recuerda el pasado 10 de noviembre con «sorpresa», que en muchos casos se convirtió en alegría demostrada en las calles, pero que de un momento a otro pasó al miedo por la violencia desatada tras las celebraciones.

Morales, tras trece años, nueve meses y 18 días en el poder, apareció ese día en televisión para anunciar su renuncia, denunciado un «golpe de Estado» para derrocarlo, y al día siguiente se fue a México asilado.

Ahora pocos por la calle quieren pronunciarse a su favor o en contra, prefieren no hablar por la «susceptibilidad» que implica.

UN MES SIN EVO

«Recuerdo que ha sido una semana de terror por el tema de los saqueos de la gente del Movimiento Al Socialismo (MAS) que estaba enojada y su forma de protestar ha sido con violencia y saqueando», contó a Efe Sdenka Dueñas sobre lo vivido tras ese día.

Tras un mes sin Evo Morales, Dueñas expresó que aún vive en alerta, ante cualquier incitación a la violencia, pero que ella como muchas otras personas en La Paz volvió a su rutina diaria.

«Por ahora creo que se está pacificando todo, claro, siempre con el peligro de que Evo Morales incite a la gente y cause malestar», opinó.

Hoy las personas caminan con tranquilidad por las calles que hace un mes estaban llenas de barricadas vecinales, fogatas y sin autos, en medio de la zozobra por lo que iría a pasar.

En la céntrica plaza San Francisco de La Paz un grupo de gente se reunió con cascos y banderas en la espalda para condecorar a quienes fueron parte de la «resistencia» civil y volver a gritar «nadie se cansa, nadie se rinde» en tono de victoria.

«Aún estamos viviendo una tensa calma, ya que los problemas han pasado, pero este señor, este dictador, sigue amenazando desde el exterior y nos tiene con el Jesús en la boca, nos tiene preocupados», subrayó a Efe Mauricio Zambrana, uno de los activistas de la «resistencia».

«Hemos luchado por la democracia y se está viendo la pacificación de Bolivia, hemos apostado por la libertad, por la paz (…), agradezco a la presidenta -Jeanine- Áñez que en Bolivia ya hay pacificación», declaró a Efe Regina Huanca, una líder de un distrito minero.

LA INCERTIDUMBRE

A pesar de la calma, aún sigue presente el temor, no solo porque se reaviven los conflictos, sino también por el futuro del país y el nuevo gobernante que será elegido en las próximas elecciones, que aún no tienen fecha aunque se esperan a comienzos de 2020.

«Con la salida de Evo Morales creo que ya no va haber muchas oportunidades, no tengo seguridad de mi futuro, yo quiero que entre una persona que trabaje para el pueblo y no para sus propios beneficios», remarcó a Efe Verónica Ramírez.

De la misma forma, el ciudadano Humberto Choque manifestó que a su juicio lo sucedido ese 10 de noviembre es un «golpe cívico policial», que ha sido «movido por el imperialismo» para desestabilizar el país.

«La derecha gobierna para ellos, del rico para los ricos, pero el pobre para los pobres ha gobernado, este Gobierno de transición ha entrado a saquear el país», comentó a Efe Choque.

Coincidió con Fernando, que prefirió no dar su apellido, quien sostuvo que no está de acuerdo con el Gobierno transitorio de Áñez.

«No sé si se puede llamar a este Gobierno transitorio como democrático, creo que es un error el término, un Gobierno golpista no creo que tenga ese término», opinó.

¿EL RETORNO DE EVO MORALES?

Para Zambrana, el hecho de que Morales quiera volver al país solo demuestra las intenciones de querer reavivar conflictos en Bolivia, aunque manifestó que desde el extranjero igual ordena a su partido.

«Evo se ha escapado por la ventana como lo hizo el expresidente Gonzalo Sánchez de Lozada, ¿para qué volvería?, para crear más conflictos», comentó a Efe otro ciudadano, Adrián Alarcón.

De la misma forma cuestionó que el MAS haya nombrado a Morales como jefe de campaña hacia las próximas elecciones, ya que «ha sido demostrado el fraude» a su favor en las anteriores del 20 de octubre, ahora anuladas.

En cambio, para Choque, Morales debería volver al país y desde aquí dirigir la campaña del MAS y dejar su asilo en México.

«Tiene que volver a Bolivia, un delincuente puede estar fuera exiliado», pero «él mismo dijo que quien se exilian (son) los delincuentes o aquellos que han cometido errores, él por cobarde se ha escapado», aseveró.

ANTECEDENTES

El domingo 10 de noviembre la Organización de Estados Americanos emitió un informe sobre «graves irregularidades» en las elecciones de octubre, en las que Morales fue proclamado vencedor para un cuarto mandato consecutivo, y sugirió nuevos comicios.

El todavía presidente aceptó repetirlas, pero su Gobierno se fue desmoronando y tanto la Policía como las Fuerzas Armadas le «sugerían» su renuncia, que Morales calificó de «golpe de Estado», pues su mandato en curso no terminaba hasta el 22 de enero de 2020.

Áñez, hasta entonces una senadora de la oposición, activó el 12 de noviembre la línea sucesoria para asumir el poder de forma transitoria hasta nuevas elecciones.

La violencia desde el día después de los fallidos comicios de octubre deja al menos 35 muertos y 832 heridos, según la Defensoría del Pueblo de Bolivia.