Praga, 12 oct (EFE).- El Gobierno de la República Checa decretó este lunes el cierre inmediato de todos los colegios, bares y restaurantes hasta el 3 de noviembre para reducir el nivel de contagios con el coronavirus, informó la cadena pública CT24.
Aunque esta semana había entrado en vigor un paquete de restricciones, que afectaban sobre todo a las escuelas y el sector del ocio, la más reciente subida exponencial de los contagios llevaron al Gobierno checo a endurecer las medidas durante el resto del estado de emergencia, que vence el 3 de noviembre.
«No podemos permitirnos fallar, por lo que este intento tendrá que ser exitoso», explicó el primer ministro, el magnate liberal populista Andrej Babis.
La República Checa, de 10,7 millones de habitantes y que en la primera fue uno de los países más exitosos en la contención de la pandemia, es ahora el más afectado con casi 500 contagios por 100.000 habitantes en las últimas dos semanas, por delante de Bélgica (402,5) y España (308,1).
Si bien hasta ahora se realizaba en los colegios un sistema que combinaba enseñanza presencia y a distancia, ahora se ha decidido clausurar todo el sector de educación hasta el 2 de noviembre.
Se clausuran además bares y restaurantes, aunque estos últimos podrán servir comida a través de una ventanilla al exterior, como sucedió durante la primavera, aunque no así los bares.
Se prohíbe consumir alcohol en las calle y el número de personas en un grupo al aire libre no puede superar el número de seis.
También se hace obligatoria la mascarilla en los andenes de las estaciones de transporte.
El objetivo es reducir la tasa de reproducción (número de personas que infecta cada contagiado) «hasta el 0,8», precisó el ministro de Sanidad, Roman Prymula, con respecto al dato actual que se encuentra en torno al 1,3.
Este lunes el número de fallecidos por coronavirus superó por primera vez la marca de mil en la República, con 1.045.